Esto era ridículo, lo sabía. La forma en que quedé atrapado por sus ojos, pero me encantaba. Parecía que todo se acomodaba para que finalmente conociera lo ridículo y dulce que podía ser el amor.
-¿Por qué hay un festejo aquí?- Decidí preguntar, a la ahora dueña de mi corazón.
-Una boda.- Dijo ella y sentí un hueco en el estómago, yo mismo estaba comprometido ahora y justo estaba faltando.
-Oh... ya veo ¿Quienes son?- Sonreí mientras me movía para seguir su paso en el baile.
-Yo, por supuesto.-Contestó dejándome sin aliento.
Yo mismo había dicho y visto que el amor se manifiestaba de múltiples maneras y el dolor era una de ellas, solo que creí que no lo sentiría tan pronto. Tragué saliva y seguí con la danza a la que me había unido a lado de esta increíble mujer.
Cuando finalmente terminó, ya muy entrada la madrugada la acompañe hasta su hogar con una mujer mayor detrás de nosotros. Las mujeres que podrían ser desposadas o en su caso, comprometidas, no podían andar por ahí con un hombre a solas.
-¿Lo amas?- Solté de pronto mientras caminábamos por un gran jardín.
-No lo sé.- Rió ella.- Tal vez, algún día cuando lo conozca.- Sonrió.
-¿Tan profundamente que temerias que se alejara de ti?- Su ceño se frunció levemente pero volvió a sonreír.
-No sé si la gente puede amar así, no sé si yo podría.- Respondió mirando el pasto bajo sus pies.- ¿Y tú?- Me miró.
-Por supuesto que puedo amar así. Sería doloroso y dulce al mismo tiempo.- Respondí con determinación.
Ella solo me miró y volvió su vista hacia la gran casa que había justo ahí. Su hogar.
-Un gusto conocerte... ¿Cuál es tu nombre, forastero?- Preguntó con humor en su voz.
-Armando ¿Cuál es el tuyo?- Me mordí la lengua para no llamarle de algún apodo cariñoso.
-Aurora.- Perfecto, pensé con emoción.- Es un gusto Armando.- Sonrió extendiendo su mano.
-Es un placer.- Tomé su mano y me resistí, pero fallé y bajé mis labios a su dorso. Ella no apartó la mirada de la mía y vi el suspiro que escapó de sus labios.
-Debo irme.- Quitó su mano delicadamente.
-Claro- - Dije torpemente.- Tal vez- pueda verte de nuevo-- Dije con sonrojo.
Ella sólo sonrió y entro a su hogar. Me quedé momentáneamente ahí parado dejando escapar el aliento que había retenido hasta ahora. Estaba seguro de que mi corazón había comenzado a tener dueña desde que ví sus ojos. Fué como una chispa que atravesó mi alma y fué tan ridículamente hermoso, justo como imaginé.
No sabía si era ella mi futura esposa... todo podría pasar ¿No es así?
Decidí que no tenía casi seguir buscando, me había enamorado y con eso faltaba para poder regresar a casa... tal vez con suerte ella era mi destino y el día de la boda estaría ahí con un velo sobre su rostro.
Pero, que pasaría si no... mi corazón se alteró ante el pensamiento fugaz y deprimente. Se quedó ahí y no supe solucionarlo.
Mis padres no habían criado a un patán y no lo sería ahora, ¿Podía dejar a mi futura esposa en el altar, solo porqué mi corazón estaba aquí con Aurora? Ciertamente no lo sabía y eso me inquieto.
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Las cartas de mi futura esposa llegaron una semana después de el anuncio.
Querido futuro esposo.
Me complace saludarte e informarte que todos los preparativos por nuestra parte están listos. Me ha dicho tu padrino, Saúl que la boda dará lugar en tu hogar.
Estoy esperando para conocerte.
No había firma, no había nombre, fecha... ni siquiera la maldita dirección. Entonces escribí, pero no para ella.
Aurora.
Espero que aún me recuerdes. Soy el forastero, si es que haz olvidado mi nombre.
Supongo que te estás preguntando el motivo de esta carta... en realidad no sé por que estoy haciendo esto y te pido una disculpa.
Espero conocerte mejor, solo si tú me lo permites.
Armando.
Cuando llegué al buzón mi boca se abrió considerablemente. Mis sospechas se habían hecho realidad, puesto que había dos cartas ahí. Una de Aurora y otra de mi futura esposa.
Hello There.
¿El corazoncito de Armando estará dividido?🌚
Estoy esperando mi otra clase y pues fluyó el asunto jaja.
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One Shot's los que guste y mande.
FanfictionSon historias cortas, variadas de cualquier categoría. Ninguna tiene continuación u orden en específico. A darnos vuelo.