Un tal Michelle Doniel, si francés, suena tan "caro", como sea, estoy divagando. Ese hombre fue el que me mostró uno de los departamentos disponibles y a ofrecer para mí reducido y poco sueldo de ilustradora en apuros, la verdad es que no me había gustado mucho, pero dijo que tenía otros dos para ver, pero tenía que ser mañana porque tenía otra cita.
Así que regresé a casa de Lorna y me sorprendió mucho que está vez no me fijé en los nombres de los empleados... tal vez mañana, tal vez debería dejarlo pasar...
—¿Hubo suerte en tu búsqueda? — Preguntó Lorna cuando tomé asiento juntó a ella en la barra.
—Algo así, mañana veremos otro departamento.— Tomé una nuez de una tazón y me la llevé a la boca.
—No hablo de eso. Habló de J.E.A — Sonrió y puse los ojos en blanco.
—No me fijé en realidad... creo que debería olvidar ese tema, ya pasaron tres meses.— Suspiré, comiéndo a un más.
—Mmm no, aparecerá ¿Mañana a qué hora es tu cita? — Se levantó y abrió el refrigerador.
—No lo sé, Michelle dijo que me mandaría mensajes.— Sonreí y Lorna se acercó a mí con los ojos muy abiertos.
—¡Uhhh! ¿Ese quién es? qui est-il.— Dijo con emoción y se acercó a mí.
—El agente de bienes raíces.— Dije sin expresión, pero la de Lorna era muy sorprendido.— Ok, ok, él es atractivo pero-
—No es ese sin nombre. Bueno no importa, se que algo importante pasará. Lo siento.— Abrió los ojos y se acercó a mí.
—Si claro, como las últimas veces que dijiste que algo bueno pasaría en mi vida y mi departamento se inundó, o cuando me rompí la pierna, dudo mucho en tu palabra lorna.— Reí y mi celular sonó, era ese francés.
Srta. Orozco me complace avisarle que tengo libre el día de mañana a las tres, espero su confirmación. Adieu.»
«Lo veré a las tres doctor Doniel.
—Errores de cálculo solamente, está vez algo pasará lo sé.— Sonrió y rode los ojos.
—Lo veré mañana a las tres.— Dije sin importancia.
—¡Ahí está! ¡A las tres! ¡Ese es tu número de la suerte! ¡Algo bueno pasará! — Gritó con los brazos al aire.
—Ya veremos Lorna.— Ambos reímos.
.
Bueno, mi día está resultando como la mismísima porquería. Llegué tarde a mi cita y la mujer a la que debía atender se molestó tanto que se fué... no sin antes decirme lo imbécil que soy. No había porque recalcarlo.Regresé a casa, definitivamente no quería salir más el día de hoy, estaba cansado y quería relajarme solamente.
Encendí la ducha y entré, salí corriendo con el trasero expuesto... solo había agua fría, tuve que calentar agua independientemente... posteriormente me fuí a dormir.
A la mañana siguiente desperté, me reincorporé y talle mis ojos, saque las piernas de la cama y miré mi reloj que está sobre la mesita de a un lado y... no estaba prendido... ¡Abrí los ojos y me levanté! No había luz... ¡No había luz! Tomé el reloj de mano y estaba retrasado por treinta minutos.
Rápidamente tomé una ducha, fría por supuesto... el café frío y justo cuando iba saliendo golpeé mi cabeza con una lámpara baja. ¡Ahh maldita sea!
Llegué al trabajo con un leve dolor de cabeza y un poco muy irritado por lo de la mañana.
—Buenos días doctor.— Dijo grace.— ¿Necesita algo? ¿Está bien?— Odio mi día.
—Buenos días Grace, si por favor llévame una aspirina a mi oficina y ¿Tengo llamadas? — Dije entras entrar a mi oficina.
—Si, el doctor Michelle Doniel lo ha estado llamando está mañana, hablará más tarde.— Contestó y puse los ojos en blanco.
—Gracias.— Me dejé caer sobre la silla de mi oficina haciendo círculos en mis sienes.
El teléfono sonó, por lo que supuse que era él.
—¿Michelle? Buenos días, lamento tanto tomar tu llamada hasta ahora.—
—Mmm ya veo, si con gusto te haré el favor. ¿A qué hora? Ah, ok perfecto.
Bueno, por lo menos el enfermo no era yo, debía cubrir las citas de Doniel, una al medio día y otra a las tres.
Tomé la aspirina y me preparé un café que si estaba caliente. Después de un rato asistí a la primera cita y fue un desastre... el hombre era increíblemente insoportable, hacía preguntas tan tontas que tenía unas ganas inmensas de arrojarlo lejos de mí... en fin, espero en verdad que la última cita no fuese así de mala.
Me alisté y corroboré la dirección a la que debía asistir así que pedí un taxi un poco antes de la hora para estar a tiempo.
.
Al día siguiente desperté bastante bien, le ayude a Lorna a hacer el desayuno, comimos me di un baño y me alisté para ir a la cita con Doniel.Llegué ahí y el hombre de traje estaba sobre las escaleras del departamento, sentado con el portafolio a un lado y solo se veía su nuca, volteaba hacía otro edificio de ahí. Claramente no era el doctor Doniel.
Me acerque con cuidado, revisé mi celular y tenía un mensaje de Doniel.
Lamento tanto no poder ser yo quien te muestre el departamento, una enorme disculpa señorita Ana, pero la cita sigue en pie con un colega. Jorge E. Abello.»
Abrí los ojos inmensamente cuando ví el nombre... Alcé la vista y ambos abrimos las bocas en "O" ¡Es él!
.
Estaba demasiado distraído viendo un edificio de enfrente, había unos departamento muy buenos ahí, seguía distraído, baje la mirada y veía mis zapatos y una fila de hormigas que pasaba cerca, cuando unas botas rojas estaban enfrente de mí, alcé la vista y ... casi brinque de las escaleras.—Hola Ana.— Me levanté avergonzado.
Hello There.
El reencuentro más esperado por toda Latinoamérica unida, eso espero jaja.
Deja un comentario o una estrellita recuerda que es gratis y me hace feliz, por favor):
Esto está aquí desde hace 5 días u me estaba volviendo loca por subirlo, es que ay Dios, soy una impaciente de porquería.
Me hace bien escribirles, jaja me descargo aquí en vez de no sé, en estos momentos lo único que me mantiene feliz con 4 cosas.
1 Un fic que leo.
2 Escribirles.
3 Sus comentarios.
4 Un tono de mensaje que dice “Messenge for the dark side, there is”Jaja ya sé, que pedo es quemó he querido hablar con nadie.
Linda nocheeeeeeee.
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One Shot's los que guste y mande.
FanfictionSon historias cortas, variadas de cualquier categoría. Ninguna tiene continuación u orden en específico. A darnos vuelo.