Pero, el amor se acaba, la belleza se va... Y en algún punto de tu vida, te miras al espejo y lo que ves no es lo que esperabas de la vida, no, no lo es... como me ocurre en este preciso momento ¿Que es lo que quería? Bueno, una vida normal y monótona si, puede que sea un sinónimo de aburrido pero es algo constante, aspiraba a la constancia en mi vida; una esposa, hijo y quizás, por qué no, un perro.
Pero, pero ahora...
Estoy aquí, en mi sanitario de un departamento que detesto porque es de lo peor de la ciudad, subí de peso, las entradas están más pronunciadas, las canas brillan en mis sienes y en mi nuca... y estoy, completamente solo... ¿Dónde está mi constancia?
Creí que con el paso del tiempo las relaciones sentimentales y amorosas serían más fáciles de lo normal, oh, pero que equivocado estaba... son tan artificiales y no lo digo de una manera metafórica.
Los sintéticos son lo de hoy, es lo que se acostumbra ¿Porqué te molestas en buscar a alguien? Si lo puedes comprar y adaptar a ti. Ellos te garantizan ser como una persona, amarte, entenderte y nunca dejarte.
¿En qué clase de mierda de a convertido toda la humanidad?
El laboratorio relacionista, llegó a expendirse hace unos años en prácticamente todo el mundo, fundada por Cole Ainsley, un visionario que implementó tecnología humanoide.
No me sentía cómodo con la mención de todo esto, no me agradaban los cambios, pero rápidamente los sintéticos se hicieron presentes, los veías interactuar como cualquier persona, de echo era casi imposible darte cuenta quien es uno y quién no... la idea de máquinas reemplazando trabajadores en empresas ya era algo duro, pero ahora, máquinas reemplazando a otras para sentir amor... era algo que simplemente no cabía en mi cabeza.
Hace dos semanas cumplí 40, fuí a la cafetería de la esquina y pedí un desayuno de diez dólares, me senté por tres horas en central park y alimenté a las aves. Miré a mi alrededor jugando conmigo mismo a quién podría ser un sintético, son demasido perfectos, son diseñados así, no sé encorban como tú o como yo, no son groseros, pero sin embargo los he visto reír, besar, abrazar e incluso amar... A veces creo que nos reemplazarán a todo el mundo, ellos puede hacer todas esas cosas y un simple mortal como yo, no.
La soledad no era algo a lo que le tuviera miedo, después de todo, siempre estamos técnicamente solos, llegamos solos y solos nos iremos, después de cumplir en los 35 y encontrarme en esta posición tan patética, entendí que debía abrazar mi soledad y aprender a coexistir, a aprender que simplemente no estoy hecho para tener alguien a mi lado que me amé, pero, todos necesitamos amor...
Todos necesitamos alguien por las mañanas, un beso a medía plática una caminata con los dedos entrelazados, todos necesitamos un poco de amor, amor maternal, fraternal y porqué no, amor propio también... y es que si no te amas tú mismo ¿Quien más lo va hacer?
Me encontraba en la cafetería habitual, con un café express sin azúcar en la mano cuando las famosas notícias de LR aparecieron en la pantalla alta del lugar.
Benysol.
La palabra se quedó grabada en mi mente durante todo el día de oficina y salir y encontar el gran marketing de LR sobre el Benysol no ayudó a dejará el tema en paz o en el fondo de mi mente.
La desesperación invadió mi cuerpo durante la noche, mi pecho subía y bajaba con velocidad, me sentí frío pero sudoroso al mismo tiempo, las lágrimas se acumularon en mis ojos y las derramé y con ello un dolor de cabeza me golpeó.
A la mañana siguiente estaba en el sofá de la sala de espera del doctor Collins, mi rodilla subía y baja con inquietud mientras debía esperar.
—Debes decirme que ocurrió anoche, Jorge.— El Doc, me miraba por encima de sus gafas, esperando para anotar cualquier cosa que anoté en su libreta de datos.
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One Shot's los que guste y mande.
FanfictionSon historias cortas, variadas de cualquier categoría. Ninguna tiene continuación u orden en específico. A darnos vuelo.