Estabas parada en la estación del bus, el día era frío, había una ligera llovizna y habías olvidado el maldito paraguas en el hotel.
Estabas de viaje aquí en la hermosa Colombia, un viaje de un fin de semana laboral, no había porque divertirse harías entrevistas en algunas empresas cafetaleras del país, venías aquí como representante de la empresa en la que trabajas.
Te cubrías de la lluvia con un periódico sobre tu cabeza esperando el transporte, de pronto dejaste de sentir las gotas sobre tu cuero cabelludo y una sombra se poso cerca de tu visión, era un paraguas. Te diste vuelta y era un hombre de cabello negro, ligeras canas en las sienes, atractivo.
—Oh, muchísimas gracias, no era necesario.— No pudiste evitar sonreír al hombre misterioso.
—Era bastante necesario señorita, la lluvia no parará en un par de horas.—Señaló el horizonte brutalmente nublado.
—Oh... ¡Mierda!— Casi susurraste, no querías que pensará que eres una niña sin modales.— Lo siento...- no- qui.. ¡Estoy siendo muy grosera! ¿Cierto? Mi nombre es (T/N) ¿Cuál es el suyo? —Extendiste tu mano para estrecharla.
—Tranquila, la lluvia tiende a arruinar planes.— Sujeto tu mano con firmeza.— Jorge.— Mmm esa sonrisa se te hacía conocida, extrañamente, nunca antes habías estado en Colombia.
—De verdad, muchísimas gracias... usted me salvó de un resfriado, pero debo volver a mi hotel.— Te frotaste los brazos, la temperatura comenzaba a bajar.
—Oh, por favor dime Jorge tan solo.— Sonrió.— Disculpa mi atrevimiento ¿Tu hotel está muy lejos? Mira, si no te molesta podría invitarte un café en un lugar seguro y secó.—Sonrió al verte temblar del frío.— Algo humeante te vendrá bien.—
—No, de echo está en la calle siguiente.— Volteaste a ambos lados, aún no reconocias perfectamente el lugar, solo tenías un día ahí.— Ok, en alguna de esas.—Sonreiste apenada.— Creo que eso humeante nos vendría bien.—
Jorge te tomo del antebrazo, te tensaste al principio, pero lo hizo para que compartieran el paraguas.
—Se que le gustará, está muy cerca de aquí.— Llegaron en un dos por tres.
Cerró el paraguas y se sacudieron un poco la humedad y entraron, el aroma a café, no cualquier café, inundó tus fosas nasales, la temperatura obviamente más cálida se sintió reconfortante.
Jorge te hizo una seña dándote el pasó, se sentaron en una mesa disponible y se miraron, jamás habías actuado así, irte con un extraño por un café ¿Que sucedía está vez?
Una pareja de mediana edad se acercó a Jorge con entusiasmo.
—¿Jorge Enrique? —Jorge volteó y los miró con felicidad pura.
La pareja le pidió un autógrafo, dos fotos y tú no entendías una mierda que acababa de pasar... ¿Debías preguntarle?
—Lo siento, me sucede a menudo.—Bajo la mirada apenado.
—Oh... no, no está bien, solo por curiosidad y si no te molesta que pregunte... Jorge ¿Con quién estoy apunto de tomar una taza de café doble sin azúcar?— Sonreiste divertida de tu mal chiste.
—Bueno, yo soy actor, con el actor Jorge Enrique Abello tomarás un café doble sin azúcar.— Sonrió jugando con el azucarero de la mesa.
—Oh... por Dios...— Tu mandíbula cayó ligeramente ¿Quién diría que estarías en Colombia, tomando café colombiano con un actor colombiano? ¡Que locura!
—Espero no te importe.— Te miro.
—Oh no, no, no para nada es genial, yo, yo no sé qué decir ¡No debería tutearte! — Te tomaste la frente, como si tomarás la temperatura, o el pulso ¡Esto era magnífico!
—Tranquila, yo lo pedí.— Sonrió.
El resto del día, voló, literalmente voló, hablaron de todo, menos del trabajo, Jorge no era especialmente interesante por ser actor o por lo menos eso no era lo que te atraía de él, era algo en sus ojos, su manera de hablar, de expresarse, su conocimiento, su sonrisa, sus chistes infantiles, hablaron de hobbies tontos, aspiraciones etc.
Tú no estaba sentada con Jorge el actor colombiano famoso, simplemente con Jorge, un hombre interesante.
—Oh, Jorge lamento interrumpirlo, pero... vamos a cerrar.— Él joven dueño de la cafetería se acercó tímido.
—¡En qué momento! — Dijeron los dos al mismo tiempo, se rieron después de esa simpática coincidencia.
Salieron de la cafetería y miraste a ambos lados, la noche había caído y no recordabas la dirección del hotel. ¡Vaya memoria! Te regañaste.
—Te acompañaré a la puerta de tu hotel o te perderás y eso me hará sentir culpable.— Sonrió y extendió su brazo para que lo tomarás, no dudaste ni un segundo.
—Gracias.— Sonreiste.
—Y dime, ¿Que hace una señorita tan joven como usted para ganarse la vida?—La mirada de ambos estaba puesta en el frente.
—Tengo 24 no soy tan joven.— Te quejaste.— Y trabajo en una empresa de café, soy un poco de todo ahí.— Explicaste.
—Entonces yo soy un fósil... tengo 33, eres joven no mientas.— Rió en burla.— Fantástico trabajo ¿Te gusta? —Las miradas seguían al frente.
—Oh, no, no quise decir eso.— Reíste apenada.— Si, me gusta bastante, gracias y ¿Usted? Digo... ¿Tú? Sé que haces pero ¿Te gusta? — Lo miraste un poco, podías ver el letrero neón del hotel, estabas a unos pasos de terminar este maravilloso día.
—Me encanta lo que hago, en especial el último proyecto que termine “Yo Soy Betty La Fea”.— Sonrió.
Ahora lo sabías ¡Esa sonrisa familiar! ¡Armando Mendoza! ¿Cómo? El trabajo te mantenía dentro de una burbuja aislada de todo. ¿Quien no había visto YSBLF? ¡Tú!
—Felicidades, serás más feliz si te gusta tu trabajo.— Llegaron a la entrada del hotel.— Bueno, fue un placer conocerlo... conocerte, perdón no puedo evitarlo.—
—El placer fue mío (T/N), fue una tarde maravillosa.— Sonrió.
Se acercó a ti justo para despedirse, te dió un beso en la mejilla y suspiraste, su labios eran suaves.
—Descansa (T/N).—Musitó, volvió a acercarse a ti pero está vez el beso fue en los labios, no lo rechazaste ¿Cómo podrías? Él te tomo delicadamente de la nuca, presionando te contra él, atrapando tus labios pasionalmente.
—Disculpe...— Te retiraste poco a poco de su cálida boca.
—Oh... por favor, dime Jorge tan solo.— Capturó tus labios de nuevo.
Hello There.
Otro porque no podía dormir jajajaja. Perdón, pero amo al hombre y ya necesitábamos una ligera fantasía con él.
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No hay continuidad, ni orden entre las historias, si te gustaría una segunda parte, comenta.
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One Shot's los que guste y mande.
FanfictionSon historias cortas, variadas de cualquier categoría. Ninguna tiene continuación u orden en específico. A darnos vuelo.