33 Palabras del corazón.

292 38 188
                                    

Primer acto.

Una pequeña niña se encontraba jugando en un parque, en el cajón de arena para ser exactos.

—¿Puedo jugar contigo? — Un pequeño niño se sentó a su lado con una sonrisa.

—Si ¿Quieres pasarme ese cubo de ahí? — La pequeña señaló hacía el otro lado del cajón.

—Si.— Levantó sus pequeñas puertas sacudiéndose la arena de las rodillas, tomó el cubo y volvió a acercarse a la pequeña.—¿Que estamos haciendo? — Señaló el montos de arena frente a ella.

—Un castillo, vamos levanta torres.— Ambos sonrieron.

La tarde transcurrió muy lento para ambos pequeños, el sol comenzaba a desender poco a poco, sus mejillas rojas y arena en todo su cuerpo, incluyendo el cabello.

—¡Es hora de irnos! — Una joven mamá alzó la voz.

—Oh, debo irme. Mi mami me habla.— La pequeña se levantó y sacudió la arena.

—¿Podemos jugar mañana? — El pequeño se levantó y tomó los juguetes.

—Tal vez venga.— La pequeña bajo del cajón de arena con cuidado y antes de irse volvió hacía su nuevo amigo.— Me llamo Ana ¿Y tú, niño? — Sonrió.

—Soy Jorge.— Señaló su pequeño pecho.

Segundo acto.

—Vamos Jorge, mueve tu trasero o vamos a llegar ¡Tarde!— Ana irrumpió en la habitación de Jorge.

—¡Ana! ¡Te he dicho que no entres cuando me estoy vistiendo! — Jorge tapo su torso desnudo.

—No tienes camisa, dramatizas. ¿Ya? Tenemos que estar en el colegio en 10 minuticos.— Se dejó caer en la cama y tomó la corbata de Jorge, hizo una mueca y se levantó a su mueble.

—Solo me pongo la corbata Ana.— La buscó con la mirada, levantó cojines y mantas pero no estaba.— ¿No la haz visto? — Continúo hurgando su cama.

—Ven, esa estaba espantosa.— Jorge colocó los ojos en blanco y se acercó con una sonrisa.— Está se te ve mejor.— Acomodó su cuello con cuidado y aliso la camisa.— Muy guapo ahora.— Besó su mejilla.

—Gracias Anita, tú te vez espectacular... serás la más hermosa en toda la graduación.— Se sonrojo levemente.

—Gracias, ahora despidamos de ese espantoso lugar.— Bajaron rápidamente las escaleras.

—¿A dónde se dirigen ? — La mamá de Jorge salió de la cocina con una sonrisa.

—Mamá, es bastante tarde ya.— Jorge puso los ojos en blanco.

—Un foto y los dejo ir. — Jorge rodeó los hombros de Ana con su brazo y sonrieron ampliamente.

Tercer acto.

—Ana, yo siempre te he querido.— Jorge se encontraba en la puerta del departamento de Ana.

—Tú me dejaste, me dejaste cuando te confesé lo que sentía...— Las lágrimas comenzaron a caer.

—Yo estaba con- tenía una relación, Ana...— Su mirada decayó.

—¿Solo tú? Yo también y sin embargo, lo deje, lo deje por ti, lo deje cuando me besaste y sentí que todo encajaba... pero tú no tuviste el valor...— Limpió sus lágrimas con el dorso de su mano.—Vete.

—Ana... por favor, dame una oportunidad... yo- fuí un estúpido, me asusté.— La miró a los ojos.

—No puedo estar con alguien que le asusta lo que su corazón le dice... fuiste egoísta conmigo, me besaste cuando te dije que pensaba mudarme con él, pero te alejas de mí cuando estoy aquí para ti, ya no estoy aquí para ti, estoy cansada de esperar a que hagas algo, estoy cansada de ti. Vete.— Jorge cerró los ojos con fuerza y dejo que sus lágrimas cayeran.

One Shot's los que guste y mande.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora