Creo que la humildad puede caracterizarme, no he sido demasiado ambicioso según mi propio jucio y tampoco he obrado mal con consciencia de por medio.
Me considero alguien feliz, tengo el trabajo que siempre quise y aunque es algo difícil de imaginar ya que mi trabajo se limita a un cubículo apenas más grande que mi trasero, pero me gusta.
No me he quejado nunca por las cosas buenas o malas que puedan ocurrir en mi vida. Mi creencia es que nada es verdaderamente malo, es solo cuestión de perspectiva.
Vivo en un barrio tranquilo donde puedo sentarme en mi balcón a leer o fumar sin la preocupación de molestar a alguien. Estoy satisfecho con mi vida a pesar de que viva solo en un departamento pequeño, pero es todo lo que necesito, no soy exigente.
La semana pasada me informó mi superior que me necesitaba en el turno nocturno y acepté amablemente, sé que lo hace con la intención de molestarme, pero no me importa pasar la noche despierto, a ocurrido antes y puede ocurrir ahora.
Traté de dormir en la tarde para poder estar más alerta en el nuevo turno, pero aún no me termino de acostumbrar a este nuevo ritmo así que no tuve éxito con la siesta. Bajé por las escaleras del edificio hasta llegar a la acera donde caminé lentamente observando el pavimento mojado, dejé escapar el vapor de mis labios y suspiré, todo estaba tan silencioso que creo que podía oír mi pulso o sentirlo, no lo sé.
Después de unos cuantos metros sentí una sensación helada recorrer mi cuerpo y me estremecí, fué extraño no había demasiado frío apesar de los días lluviosos, eran más bochornosos, así que ajusté mi sudadera y alcé la vista ligeramente, seguía todo tan solo y silencioso o eso creí hasta que miré de reojo al viejo callejón.
Pude distinguir, después de entrecerrar los ojos, una silueta humana ahí, tragué saliva y seguí mi camino tratando de relajarme y mirando de reojo si no venía detrás de mí. Un suspiro de alivio salió de mis labios cuando ví el edificio del trabajo, miré una vez más hacía atrás y estaba completamente solo.
Pero esa no fué la última vez que ví aquella silueta.
Durante las noches que recorría el mismo camino, estaba ahí, en el mismo callejón sin moverse o hablar; opté por tomar otra ruta para llegar al trabajo pero siempre estaba ahí en la oscuridad. Por alguna razón no estaba preocupado, según mi lógica no había hecho algo malo por lo que debiera pagar o tenía suficiente dinero que alguien quisiera, simplemente era yo.
Un pensamiento desagradable se deslizó por mi mente y me hizo poner en duda mi propia salud mental ¿Podría ser? Tal vez, estaba imaginando a este ser cerca de mi, pero ¿Por qué?
—En realidad estoy aquí.— La voz resonó desde el callejón haciéndome saltar y resbalar por el pavimento hasta caer con el trasero al suelo.
Mi respiración se atascó en mi garganta y luché por levantarme pero fué inútil gracias al pavimento mojado, cerré los ojos con fuerza sintiendo mi pulso golpeando fuertemente en mis oídos, esperaba que esto fuera producto de mi imaginación.
—No es real, no es real.— Dije con los dientes apretados y aún con los ojos cerrados, tenía miedo de abrirlos.
—Soy totalmente real, Will.— Abrí los ojos pero no pude ver nada, más que la calle por si sola.
—¿Quién eres? ¿Y porqué estás aquí?— Exijí.
—¿Ya no me recuerdas? — Una risa resonó por la calle haciéndome estremecer.
—¿Cómo lo haría si ni siquiera te muestras?— Me levanté del suelo húmedo y caminé en dirección al callejón lentamente.
—¡Deberías reconocer mi voz!— Gritó haciéndome detenerme de inmediato.
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One Shot's los que guste y mande.
FanfictionSon historias cortas, variadas de cualquier categoría. Ninguna tiene continuación u orden en específico. A darnos vuelo.