Jorge se había sentido extraño estos últimos días, pero científicamente no podía explicarlo y vaya que siempre tenía explicación para todo, algo ocurría dentro de él pero no podía decifrarlo y eso le molestaba, Jorge podía decifrar la mayor parte de las cosas y esto no sería la excepción.
El día de hoy Jorge buscaría ayuda, cosa que nunca había pedido o admitido que necesitaba, quería que la gente supiera que su síndrome de Asperger no era ningún impedimento como la gente ignorante creía.
Llegó a su trabajo, pero ahí no tenía nadie de su confianza con quién hablar o simplemente alguien que soportará su forma tan característica de ser, si bien era un excelente doctor por su memoria fotográfica y su alto IQ, era un "novato" en interactuar con la gente, Jorge creía que su trato con los pacientes y familiares era simplemente el mejor, decía la verdad con puntos y comas, no más, no menos. Algunos llegaban a apreciar esta forma de decir las cosas pero otras simplemente, eran demasiado estúpidos y emocionales (como él les llamaba) para soportar la cruda verdad, pero había alguien de su agrado, Lilian una linda anciana de casi 96 años que estaba aquí en el hospital sola, nadie iba a visitarla, nadie preguntaba por ella, según ella siempre estuvo sola y este momento no sería la excepción, Lilian sabía que moriría sola, Jorge comenzó a ir a su cuarto, por qué le habían asignado el caso en un intento de desanimarlo y que él optará por irse del hospital, sin embargo consiguió ahí una amiga, poco a poco. Jorge comía ahí, porque Lilian no hacía ningún ruido, ni le interesaba quien entraba o que le decían, todos le habían dicho que estaba desauciada y eso no le afectaba.
—Buenos días, Lilian.— Jorge entro a la habitación y sin mirarla se sentó en la silla a un lado de su casa.
—Buen día Doc.— Lilian sonrió, ella en verdad apreciaba el tiempo con el chico especial.
—Lilian, tengo una pregunta, pero no sé cómo formularla.— Continúo Jorge tocando el estetoscopio.
—¿Tú? No sabes algo, eso me impresiona Jorge.— Sonrió Lilian.
—Si Lilian, no soy tan listo como creí.— Lilian sonrió, que el chico no detectará el sarcasmos era una forma de divertirse en este edificio donde todos la trataban como si se fuera a romper y Jorge era todo lo contrario, no le importaba que fuese vieja y que estuviera muriendo, la trataba como un humano más.
—Dime, que es lo que te molesta.— Lilian se incorporó en su cama y lo miró directamente, sin que Jorge hiciera contacto visual.
—Me molesta no saber, no saber que es lo que me ocurre. Tengo una extraña sensación de molestia y propiedad sobre una persona y no lo comprendo.— Explicó Jorge con frenetismo al tocar el aparato en su cuello.
—¿Propiedad? ¿Tu abuela esta bien? — Si, Lilian sabía de su abuela porque Jorge le hacía preguntas sobre los viejos.
—Si ¿Que tiene que ver ella en esto? — Replicó Jorge.
—¿De que persona estás hablando tú? No es que tengas muchos conocidos.— Se burló Lilian.
—No se trata ni de ti, ni de mi Nana, es la abogada. Me molesta cuando alguien va a dejarla a casa.— Dijo Jorge sin la más mínima idea de lo que había confesado.
—¿Abogada? ¡Vaya! ¿Te molesta que esté en tu casa? ¿Los extraños? Demonios Jorge, a ti todo te molesta.— Carcajeo Lilian.
—Lo sé, pero no, no me molesta que esté en casa, me gusta que esté en casa, lo he demostrado.— Jorge creía que diciéndole la verdad a Ana como las últimas veces que lo había hecho era una forma de demostrar que le agradaba encontrarla ahí, aunque sea solo para decirle lo horrible que se veía.
ESTÁS LEYENDO
One Shot's los que guste y mande.
FanfictionSon historias cortas, variadas de cualquier categoría. Ninguna tiene continuación u orden en específico. A darnos vuelo.