One Shot's los que guste y mande.

36 Daddy.

🔞⚠️Contenido explícito, lea bajo su responssabilidad. 🔞⚠️

A medio día llegué a mi empleo, ya tenía trabajando en esta casa por lo menos unos seis meses.

Toqué el timbre y esperé a que abrieran y así fué una pequeña de mejillas rosadas y una gran sonrisa.

—¡Ana, Ana! ¡Ven aquí! ¡Debes ver este nuevo peinado que hizo papá! — Dos coletas muy mal alineadas por cierto pero ella estaba muy feliz.

—¡Oh, pero que bella te vez! — La cargué sobre mi cadera y caminamos hasta que nos encontramos con su padre.

—Hola Ana, buenas tardes.— Su camisa azul estaba remangada hasta los codos...

—Señor Abello, buenas tardes.— Sonreí y pasé.

—Jorge por favor dime Jorge.— Asentí.—Y por favor disculpa el desastre que hice con el cabello de Candelaria... yo no soy bueno con esto.— Sostenía ligas y un cepillo, se veía adorable.

—Tranquilo, yo me encargo.— Le guiñe un ojo y tomé las cosas de sus manos.

—Muy bien debo irme o llegaré tarde al trabajo.— Se colocó su corbata y una chaqueta.— Pórtate bien Candelaria, papá llegará para la cena.— Se colocó a su altura y beso su frente.

—Que le vaya bien Jorge.— Sonreí.

—Gracias Ana.— Devolvió la sonrisa y salió.

Mire a Cande, tenía un mechón de su cabello entre los dedos.

—Papi hace lo que puede.— Me miró con una sonrisa.

—Si que lo hace, ven aquí lo lograremos.— La cargué y llevé a la sala.

Candelaria era la niña más tierna, amable y linda que había cuidado, los había conocido hace seis meses exactamente una vieja amiga me recomendó con él, había mencionado que era atractivo pero esa palabra se queda corta cuando lo conocí.

No solo era un papá dedicado, era muy amable, respetuoso, trabajador, y divertido, no sé cómo es que alguien se le ocurrió abandonarlo con esa pequeña criatura... no es como si hubiese espiado la llamada de hace una semana... bueno, un poquito solamente y claramente discutía con su esposa y no querer ver a Cande, lo que me rompió el corazón.

El día paso rápido y ya casi estás las seis justo cuando llegaba Jorge, después de una tarde ayudar a Cande a colorear, bañarla, recoger la casa la puerta sonó.

—¡Papi, papi!— Cande saltó del sillón y corrió a colgarse del cuello de Jorge... es un gran papi... ¿Que? Un gran ¡Padre!

—Hola pequeña, papi también te extraño.— Ok... de sus labios suena mejor ¡Concéntrate Ana! — Buenas tardes Ana, espero que esta chica no te haya causado problema.— La cargó e hizo cosquillas en su pequeño estómago.

—Por supuesto que no pa- pa- pasa por favor.— Me miró un par de segundos hasta que mejor me metí en la cocina. ¿Que estoy haciendo?

Gracias al cielo la cena ocurrió sin incidentes... aunque se veía extremadamente atractivo el día de hoy, los pantalones que traía hoy eran mis favoritos, puedo observar a mi jefe, en ninguna parte del contrato dice que no puedo devorarlo con la mitada, simplemente debo de ser cuidadosa y discreta.