—Jorge o debería decir ¿Julián?— Cruzó los brazos en su pecho, se veía hermosa hasta molesta.
—Lo siento tanto, en verdad ¿Podrás perdonarme?— Me levanté y la miré directamente a los ojos.
—Muéstrame el departamento.— Dijo con firmeza, asentí y me hice un lado para mostrarle el camino.
Subimos un par de escaleras estábamos en un silencio incómodo hasta que la puerta de la entrada hizo click.
—Bueno, como verá aquí está el departamento, bastante económico y decente para una sola persona. Cuenta con una habitación, cocina compartida con sala, baño y un armario por acá.— Caminé mostrando todo lo que estaba diciendo mientras Ana me seguía, no me miró ni un solo segundo, observaba el departamento.— ¿Que le parece? Tiene una vista limitada pero si no le gusta, tengo otro para mostrarte, si gusta hoy mismo.— Sonreí como un profesional aunque en el fondo rogaba porque me mirará como algo más.
—Mmm ¿Está muy lejos el otro departamento Doctor Abello?— Aunch, sonreí apesar de todo.
—A unas cuadras ¿Quiere visitarlo?— Ella asintió y bajamos las escaleras nuevamente con ese incómodo silencio que perduró hasta el otro departamento.
En el taxi me sentía tan nervioso, no sabía que decirle... Debía pedirle disculpas de nuevo eso lo sé, pero ¿Si no las acepta? Después de estos meses de una búsqueda parcial me sentí contento al verla pero los nervios me traicionan... ¿La invitó a salir? Soy sincero con ella y le digo lo imbécil que soy, pero me gusta desde hace tres meses...
.
Jorge tomó un tono tan profesional cuando entramos al departamento, fué extraño tan solo hace unos minutos me había llamado Ana... Mostró el departamento y lo miraba mientras el señalaba cosas a las que no presté mucha atención, cuando volteaba a ver mi reacción rápidamente dejaba de mirarlo, el departamento era perfecto pero solo habían pasado veinte minuticos ¡Solo 20! Espere tres meses para encontrarlo o algo así, y no me iba a quedar solo con 20 miseros minutos, así que hice lo único que se me ocurrió: pedir ver el otro departamento.En el taxi cada quien miro un punto fijo, no sabía que decir, no encontramos pero ¿Ahora qué? Se veía igual de atractivo que hace tres meses y tenía esa linda sonrisa de ese desayuno... Me gusta, puedo saberlo perfectamente, me gustó desde ese desayuno...
—Es aquí.— Salió y rápidamente se movió a mi puerta para abrirla, me derrito.
—Gracias.— Este departamento era de en el segundo piso y por suerte había ascensor, estábamos muy juntos en él, pero de la misma manera sin mirarnos, casi sin respirar.
—Bueno, este departamento de acá tiene una mejor vista, cómo puedes ver el baño esta cerca de la recamara, además puedes entrar desde ahí o de este lado.— Mostró ambas puertas.— Tiene chimenea pero carece de armario con puerta, aunque tiene ese espacio de ahí en la pared.— Señaló.— ¿Que le parece?— ¡¿Porqué es tan formal?!
—¿Puedes dejar de ser tan formal? Creo que nos conocemos ligeramente, por loenis tú a mí.— Está vez nos miramos a los ojos por un par de segundos que parecieron eternos.
—Lo siento Ana- creí que no querrías que me expresará así.— Parpadeó y sonrió.
—Bien Jorge.— Hice enfasis en su nombre.— Me gusta este departamento. ¿Es de un precio adecuado? Soy una ilustradora en desgracia.— Sonreí.
—Por supuesto que sí, puede que valga más con la chimenea, pero es pequeña y básicamente tiene una habitación menos, así que está unos pesos más bajo que el anterior.— Mostró su hoja con los precios.
—¡Perfecto! Me quedo con éste.— Jorge se acercó a un barra y abrió su portafolio.
—Bien, entonces necesitaré tus firmas aquí y aquí también, por favor.— Eso fué lo que hice, por ahí, por allá y en otras hojas más.
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One Shot's los que guste y mande.
FanfictionSon historias cortas, variadas de cualquier categoría. Ninguna tiene continuación u orden en específico. A darnos vuelo.