137 Western.

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Había estado bastante asustada después de que ese hombre me encontró en mi habitación y como dijo mi padre, no salí hasta que escuché su llamado. Bajé corriendo y lo abracé, mi madre llegó tiempo después pues estaba en el puerto recibiendo cosas de la ciudad y no se había percatado de lo que había ocurrido.

Mi padre estaba preocupado y habló con nosotras en la cena.

—De ahora en adelante no pueden salir solas a ningún lado y no es un tema a discutir.— Dijo seriamente y el silencio se hizo presente.

Mi madre trató de replicar, pero padre le dijo todo, ella se molestó y le gritó que porque la había traído a este lugar entonces. Me quedé en la mesa por un momento tratando de averiguar de qué lado estaba, finalmente me levanté y fuí detrás de madre, ella necesitaba un abrazo después de todo.

Hicimos lo que mi padre dijo. Salíamos poco y acompañadas, era algo triste no poder disfrutar del lindo lugar que es GC pero sabía que era por nuestra seguridad. Los bandidos no habían aparecido en un mes y la gente tenía un brillo sin igual cuando ellos no estaban, aunque aún tenían la preocupación en sus rostros por juntar lo que ellos les pedían. Yo me preguntaba porqué no se iban, y la mayoría apeló a qué está era su tierra y había sido tierra de sus padres antes y no tuve nada más que decir al respecto.

En cuanto el arreglo de los papales, mi padre estaba tratando de progresar rápidamente debido a la ausencia de los bandidos, pero estaba igualmente preocupado. Todo esto era tan malo, todos vivíamos con miedo y apresuradamente por culpa de esos.

A veces veía a mi padre con la cabeza entre las manos después de hablar con el alcalde.

—Iremos a cenar con el alcalde mañana por la noche.— Mencionó mi padre mientras encendía su puro.

—Eso es maravilloso.— Contestó madre con entusiasmo.

Ella normalmente estaba acostumbrada a salir con compañeras de prestigio en la ciudad y supongo que relacionarse con este tipo de personas le ayudaría con su ánimo.

La casa del Alcalde era mucho más grande que la nuestra y más lujosa, noté. Mi madre inmediatamente entabló una conversación con la esposa del Alcalde y mi padre con el hombre en cuestión, parecía que sería una noche aburrida donde solo sonreiria sin decir mucho, ya que todo lo demás eran conversaciones de adultos, eso hasta el hijo del Alcalde llegó.

—Él es Julius, Julius ella es Aurora.— Él extendió una mano y sonrió amablemente.

—Es un gusto conocerla señorita.— Asentí suavemente.

—El gusto es mío, joven.—Julius apretó mi mano suavemente.

Resulta que Julius y yo, teníamos mucho en común, él mismo quería poner un fin a los bandidos de inmediato y estaba indignado por el trato al pueblo, además era bastante elocuente, culto y - atractivo... debo agregar.

×

Les dije a mis hombres que estaríamos tranquilos con GreenCity para apaciguar las aguas un momento y que el Alcalde Arango ganará confianza en si mismo y en ese abogado. Nuestros robos se movieron a la costa, dónde metía de polizones a mis hombres y traían algo de su agrado, aunque los robos fueron pocos, nos manteniamos bien.

Había observado desde lejos al pueblo y veía al abogado moverse de un lado a otro con esos estúpidos papeles, podía ir y meterle un tiro entre los ojos, pero eso no sería lo suficientemente sensato, además un cargo visible por asesinato no era mi idea en estos momentos, también coloqué mis ojos sobre su hija cuando Freddy señaló quien era y es bastante linda, además hay algo en su esencia que llama mi atención, aunque aún no descubro que es exactamente.

One Shot's los que guste y mande.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora