65 Herida del pasado.

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Estaba fresca y seguía doliendo, jamás creí el grado tan grande de depresión al que podría llegar cuando pierdes a alguien. Muchas veces pensé y me dijeron que solo me ahogaba en un vaso de agua, que simplemente debía salir a flote y podría respirar, pero no lo sentía así.

Recuerdo muy bien los momentos aunque mi psiquiatra dijo que no debería, es una forma de auto lastimarme, pero eso es justamente lo que busco.

Había llegado muy ansioso y emocionado a casa, era el día, el día perfecto para hacer la 'pregunta' no tenía dudas y supuestamente ella tampoco.

Llegué preguntando por ella, solté su nombre en voz alta pero no hubo respuesta. La casa que rentabamos no era muy grande pero era linda, aunque la composición era algo extraña sabía que podríamos hacer de esto un hogar.

Subí las escaleras y encontré una nota sobre la cama.

“Lamento tanto hacerte esto." R.

Me quedé pasmado en ese momento, arrugue la nota y corrí por la escalera hacía la ventana, ella recién había arrancado el auto, corrí nuevamente a la puerta que daba al garage, la puerta comenzaba a abrirse y ella se echaba de reversa.

—¡Raquel!— Grité golpeando el cofre del auto.— ¡A dónde vas!— Grité nuevamente, tenía un nudo en la garganta y los ojos llorosos, ella nunca me miró, seguía en retroceso.

Corrí a una lado del auto gritando como un estúpido su nombre, los vecinos salieron observando la tan vergonzosa escena.

Al ver el humo del auto, mis lágrimas cayeron así como mis rodillas al piso, golpeé el pavimento a puño cerrado una y otra vez hasta que el dolor desapareciera, pero no fué así.

No tengo idea de cuánto tiempo paso, las manos comenzaron a doler demasido y quedé tirado en el piso por otro rato, nuevamente no supe cuánto tiempo; alguien se acercó a mí y no recuerdo lo siguiente.

Desperté en un cuarto blanco, mis manos estaban vendadas y tenía correas en el pecho, piernas, tobillos y muñecas, un hospital probablemente.

Me retuvieron en el psiquiátrico durante un mes debido a los constantes intentos de auto lastimarme, intente bastantes veces arrancarme la vida... Ella era el amor de mi vida, mi razón de ser y existir y simplemente me dejó sin explicación alguna, no podía con esa información, no podía procesarla, ella me decía que me amaba...

¿Todo fué una mentira? Me froté la cabeza con dolor y mis lágrimas volvieron a rodar por mis mejillas, tenía un odio tan profundo hacía mí persona... Fuí tan estúpido como para creer que una mujer como Raquel estaría con un perdedor como yo.

Soy un reportero mediocre que no ha tenido ninguna nota sobresaliente, que tiene un sueldo mínimo... yo, merezco esto. Seguí frotando mi cabeza hasta que la estrelle contra la pared blanca, me sedaron después de eso... mi pared ya no era tan blanca después de un mes, tenía constantes manchas de sangre por ahí y por allá.

El sedarme me hacía estar como un zombie constantemente, pero después del mes y demasiado terapias me daron salir, no era 'tan' propenso a cometer suicidio.

Me echaron de mi trabajo debido a mis conductas ya mencionadas, así que vivía de un dinero ahorrado para la boda... Vendí la estúpida casa, no podía estar en el mismo lugar donde ella había estado; me quedaba en un departamento de una habitación, baño y sala; tenía una parrilla electrica y bueno, sé cocinar comida congelada.

Comencé a revisar el periódico después de otro mes fuera del hospital, tuve bastantes estrevistas pero según mis observaciones, me veía demasido desaliñado... no los culpo, tenía ojeras debajo de los ojos, una cicatriz en el labio, mi mirada estaba perdida la mayoría de las veces y mi traje no era el mejor, ni el mejor planchado.

One Shot's los que guste y mande.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora