75 Infidelidad in-justificada.

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Jorge merodeaba la ciudad; desde que Ana básicamente le había dicho que se alejará de ella estaba más serio de lo normal, se encerraba en una habitación privada del club y no salía hasta que todo terminaba ya muy entrada la madrugada.

Calderón sabía muy bien lo que le ocurría, no le gustaba admitir que había encontrado a su jefe con los ojos llorosos, nunca podría abrir la boca de lo que vió aquella noche.

Él tenía que darle las cifras del club, así que entró a la habitación privada sin percatarse que Jorge estaba ahí, su cabello hecho un desastre, botellas vacías y vasos tirados, también algunos trozos de cristal.

-¿Jefe? ¿Se encuentra bien?- Jorge lo miró son una expresión ilegible en su rostro.

-No Calderón, hace mucho tiempo que no estoy bien... la perdí Calderón, la perdí.- Su voz se cortaba.

Nunca lo había visto en este estado, nunca lo había visto con una mujer de echo pero podía percatarse que Ana era el centro de muchas cosas, como la miraba desde antes de iniciar esa relación, cuando preguntaba por ella, algo había ahí, se podía incluso sentir.

-Por favor jefe...- Se acercó a él.

-¿Sabe que es lo peor? Que tal vez llevé a mi hijo en su vientre...- Lo tomó bruscamente de los hombros.-Pero sabe que, ella tiene razón de alejarse de mí ¡Mírame! ¿Que clase de ejemplo sería yo para ese niño?-El aliento alcohol era inconfundible.

Calderón lo abrazó y le dijo que debía hablar con ella, jamás hablaron de eso.

-Jefe.- Alzó la voz Calderón un poco, mirando a Jorge por el espejo retrovisor.

-Mmm.- Tenía la mirada puesta en unos papeles.

-Allá enfrente.- Jorge alzó la vista y la vió.

Frotaba su estómago con cariño mientras caminaba, se veía radiante para él, su corazón se contrajo ligeramente al ver el tamaño de su estómago, sabía que el parto ya no estaba tan alejado, se había tomado el tiempo de marcar dos posibles fechas en el calendario.

Calderón detuvo el auto a una distancia prudente y alzó la vista hacía la calle perpendicular.

-¿Jefe?- Jorge perdió el momento cuando Calderón le señaló una camioneta blanca que venía más rápido de normal, no había visto este tipo de autos por acá así que volteó a ver a Ana instintivamente.

-¡Ella está en peligro!- Se bajó del auto y Calderón le lanzó un arma de cañón corto, justamente la camioneta se había detenido frente a ella.

El rechinido de las llantas fué ensordecedor e hizo que la gente que paseaba por el lugar se alejará o asustará.

Su pecho martilleaba mientras cruzaba a toda prisa la calle. Calderón iba tras el conductor.

-Esto es por Julián.- Escucho a un hombre pronunciar justo cuando Jorge dió la vuelta a la camioneta.

No necesitaba pensarlo dos veces, alzó el arma y accionó el gatillo.

Ana abrió los ojos y vió a Jorge con sangre en su camisa y el hombre que colgaba de la ventana del auto sin vida.

Corrió y lo abrazó con fuerza.

-J-orge.- Su voz era apenas un susurro, su cuerpo se sentía frío y él la abrazó más.

-Vamos, nunca es solo una camioneta.- Tomó sus piernas y la llevó rápidamente a su auto.

No tuvo que ordenar a Calderón, él ya estaba ahí abriendo puertas y arrancando el auto.

One Shot's los que guste y mande.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora