50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)

No habrá divorcio

Capítulo 23:

Vaya que esa zorrita me hace enfurecer y descontrolar mis hormonas llenas de lascivia, y como no si verla en ese fondo con esas piernas flacuchas moviéndose al ritmo de la música me descontrola y ese culo, me dan ganas de darle unas buenas nalgadas por mal comportamiento.

Y luego la música no me ayuda.
El ritmo de esa jodida canción sigue retumbando en mi cabeza...

You know, that since the day I met you...

Desde que la conocí me ha hecho perder la cabeza...

Yeah, you swept me off my feet
You know, that I don't need no money...

Ni todo el dinero del mundo serviría para conquistar su cuerpo...

When your love is beside me
Yeah, you opened up my heart

Ni siquiera su corazón... Aunque eso es demasiado estúpido.

Marque el número de mi abogado.
Entrando a mi despacho, cierro la puerta y tomo asiento.

El teléfono suena en dos ocasiones y el al último responde con seriedad.

—¿Qué sucede señor Sesshomaru?. Estaba en una audiencia.

—Es urgente hablar...

—Si es el trámite de su divorcio sigue en proceso hasta mañana.

Di un suspiro enorme, tal vez pensó que estoy exasperado.

—Resista un día más señor Sesshomaru.

—Ya no quiero divorciarme.

—¿Qué?... ¿Es en serio?.

Realmente puedo escuchar sus expresiones llenas de sorpresa, yo también lo estoy porque no puedo entenderme a mí mismo.

—¿Habla en serio?— pregunta disgustado. ¿Qué pasará con mis honorarios?  Ya tenía casi todo listo para que fuese un hombre libre...

—Te pagaré lo triple de lo que ya te dí.

Al parecer el enojo se fue en segundos y ahora sonaba algo rastrero.

—Solo quiero discreción con mi madre y el resto de la familia.

—Seré una tumba señor.

—Bien.

Algo que me gusta de Totosal es un hombre discreto, además su profesión lo obliga ser de esa manera.

—Haré los cambios pertinentes para la anulación matrimonial.

No sé por qué me emociono al saber que no me divorcio. Más al rato le diré la noticia a ver qué me dice, porque... "Debo probar su cremosa piel".

Se me hace agua la boca de sólo imaginar.
De repente todo esto se desvanece cuando mi teléfono celular suena.
Es Naraku...

—¿Qué sucede?.

—¿Me puedes decir que rayos te sucede a ti?— me reclama furioso que casi podría dejarme sordo.

—¡Relájate y dime qué carajos te sucede!—. Me pongo a la defensiva su comportamiento es extraño. Jamás te había escuchado actuar de esa manera.

—No mames pendejo, sabes bien el "protocolo del dominante"... Estás faltando a las reglas.

No sabia de lo que hablaba así que decidí ignorarlo.

—Lo que le hiciste a mi hermana Sango no es BDSM, es violencia. 

Entonces lo recordé todo...

—Crei que conocías la diferencia.

—Por supuesto que conozco la diferencia...

—Por supuesto que no, mi hermana regreso toda herida de sus nalgas y no sólo eso corre el riesgo de dejarla embarazada.

—Tu hermana ya sabía a lo que se estaba metiendo al involucrarse conmigo, no es una niñita.

Naraku se enfurece, sólo espero que no le haya dicho que le dije el nombre de la zorrita sino estoy acabado, pero "Lo que pasa en el cuarto rojo, se queda en el cuarto rojo". Sango no tiene el porque decir nuestras intimidades absolutamente a nadie.

—Esta vez te pasaste de la raya y sus límites.

—Sabias bien que involucrarme con tu hermana no era buena idea y a ti no te importo yo te lo dije miles de veces eso no era correcto y te valió verga y ahora sí me reclamas, no mames imbécil.

Estaba alterandóme

—Si te pones así porque no puedes obtener cogerte aquella puta, no tenías que buscar a Sango para saciar tu sed de coger porque tu verga no está tranquila.

—Relaja el corset.

—Espero que ella nunca caiga en tus brazos.

—Tú si que eres raro Naraku, me dices que me acerque a ella y ahora dices que nunca lo haga. Respiro profundamente para inhalar y exhalar para que pueda controlar mi posible ira hacía mi único amigo con carácter difícil pero que vivimos muchas experiencias dentro y fuera del mundo BDSM. —Tu hermana acepto coger duro conmigo ahora que no vaya a lloriquear con su hermanito.

Cuelgo el teléfono, no estaba dispuesto a escucharlo dejaré que se le pase el enojo con el tiempo pues ya ha pasado en ocasiones ciertos pleitos, todo vuelve a la normalidad sin que yo mueva un dedo. Si eso no cambia tampoco me importa en lo absoluto porque algo que he aprendido en la vida es que... "Nada dura para siempre". Por eso hay que aprovechar el momento y vivirlo intensamente, como el sexo, los viajes y el dinero.

Para calmar el enojo que sentía decidí hacerme una bebida como la que se escucha en aquella canción que bailaba mi zorrita. Una buena copa de tequila Bacardi con Coca-Cola y mucho hielo.
Me la tomo de un solo sorbo y salgo de mi oficina, debo buscar a la zorrita para decirle que... Nuestro matrimonio es anulado y que podemos tener sexo sin compromiso.