¿Los humanos esconden secretos? Por supuesto que sí...
Unos pueden ser terroríficos para las personas.
¿Pero qué sucede cuando esos secretos se convierten en un vicio?.
Aquellos que se aplacan con placeres.
Sesshomaru es uno de ellos posee muchos...
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Te dedicaría miles de historias que sé que jamás leerás, mañana es tu cumpleaños y no pude terminar esta historia para que al menos intentará que la leyeras aunque sé que no lo harías...
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Capítulo 121:
Si la vida fuera de color rosa, no habría tropiezos tan catastróficos.
Después de una buena guacariada me sentí aliviada, es como si todas aquellas cosas que me contó Sesshomaru se fueran por el excusado.
Salí nuevamente del baño y ahí estaba él.
Sentía terror. «¿Cómo es posible que una cara tan bonita sea tan maligna?»
—No quiero ir más— me aparte de él para evitar contacto. —No te me acerques por favor.
—¿Piensas darme el divorcio?
—Hay muchas cosas que tengo que pensar, pero por el momento me quedaré por Rin.
Él se aparto de mi.
Cómo era posible que Naraku sea un tipo tan cruel y despiadado, destruyendo a un buen hombre, para convertirlo en mierda. Tan buena persona que se veía en aquella fiesta. «Caras vemos, colas, mañas y parafilías no sabemos»
No sé si pueda odiarlo o perdonarlo, lo cierto es que yo también tengo secretos. Él corrio hacia mi y llegó segundos después en la misma sala donde estaba sentada.
Levanto la mirada preocupada. Espera que le dé una respuesta pero tengo dudas y debería reclamarle o no sé simplemente tengo miedo saber la respuesta pero también quiero saber por qué sigue siendo parte de sus amistades ese hombre.
