¿Los humanos esconden secretos? Por supuesto que sí...
Unos pueden ser terroríficos para las personas.
¿Pero qué sucede cuando esos secretos se convierten en un vicio?.
Aquellos que se aplacan con placeres.
Sesshomaru es uno de ellos posee muchos...
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Capítulo 71:
Desperté de sobresalto por unos gritos que venían de lejos provenientes de una voz masculina es mi tío quién grita nuestros nombres, aquellos alaridos me dejaron algo helada.
Salí de la cama y me coloque un abrigo largo sobre mi cuerpo desnudo y fui en dirección a los gritos.
Cuando entro veo a mi tío cargando a mi suegra en su regazo, algo alterado.
—¿Qué ocurre?.
Su rostro se ve angustiado.
—¡Qué bueno que estás aquí!. Se desmayó al verme.
Tape mi rostro para reír un poco. Deja saco el alcohol. Sólo hay que acostarla.
El problema es que no sé dónde pueda tener guardado el botiquín de primeros auxilios Sesshomaru.
Empecé a buscar por los cajones y sin un resultado favorable.
—¡Caray no sé dónde lo tenga guardado y Sesshomaru está dormido!.
Mi tío empezó a darle ligeros golpecitos en las mejillas. —¡Despierta por favor mujer, despierta!.
Observo que mi tío está entrando en pánico.
—¡Tranquilízate!.
Poco a poco escucho un suspiro o un despertar estilo bella durmiente. Mi tío aún la sostenía en su regazo.
Lo primero que pudo visualizarse ante sus ojos es mi reflejo. —¿Qué ocurrió?.
—Se desmayo señora Irasue.
Ella giró la cabeza en dirección a mi tío y abrió los ojos como platos apartándose bruscamente de su lado bruscamente, él claramente está incómodo yo también. Ambos sabíamos que estábamos de más en este sitio. Mi suegra intento levantarse para apartarse de mi tío. Pero ella tenía aspecto débilucho así que la ayude a sostenerse y se agarrará de mi brazo.
—Lo siento, lo siento— dijo entre balbuceos.
No comprendía lo que había sucedido sin embargo trataba de hacerlo.
—Creo que debería marcharme— dijo mi tío con una sonrisa fingida en el rostro, tallando su nuca. Ya es noche y la dama debe descansar.
