Capítulo 76:
Sin duda alguna la señorita Kagome me mete en líos que probablemente me llevarían al despido, sin embargo lo hago por el bien del amo. Y su calentura, porque si algo he aprendido con el señor Sesshomaru todo estos años, es comportarme como el mayordomo alcahuete y con un buen beneficio propio, pues si algo no me ha faltado es dinero sirviendo al al amo, mi familia tiene un buen bienestar gracias a este empleo.
He aprendido a ser una tumba y hacerme de la vista gorda cuando es necesario.
Y hoy soy cómplice de su mujer, el problema es... ¿Qué voy a ganar de todo esto?.¿Dinero?... No creo la señorita Kagome no es rica.
¿Entonces por qué pienso hacerlo?. No obtendré un beneficio a futuro.
Tal vez debería no ayudarla...
Pero hay algo que me motiva a seguir con el plan y es debido a ese secreto, mejor dicho esa confesión que recibí hace un tiempo. Le ayude pero no mucho y bueno creo que hora de compenzarlo.
Primero fui a verificar si el amo aún permanecía estaba aún en su oficina. Se encontraba cerrada sin seguro. Discretamente abrí la puerta.
—¿Qué sucede Jaken?— preguntó sin apartar la vista del documento.
—¿Qué es lo que quieres?.«¡Rayos¡ ¿Qué le diré ahora?», pensé mortificádo. No tenía nada planeado para comentarle sin que sospeche algo.
—¿Necesita algo?. Ha estado ocupado casi toda la mañana y no ha probado algún alimento.
—¡No tengo hambre por ahora!. ¿Mi madre y mi mujer ya regresaron del horfanato?.
—No— titubeo. —No las he visto por el momento.
Levanto la vista de manera amenazadora, que casi me tiemblan las piernas, es como si él me analizará perfectamente.
Mi voz no sonaba como de costumbre. —Es probable que regresen tarde, el dinero se debe contar hasta tres veces si es necesario. Ya sabe que el dinero y los chismes se deben contar perfectamente.
Intente ser gracioso pero no me funciona, mi amo vuelve a concentrarse en su trabajo.
Al parecer estoy de suerte pero eso puede cambiar así que ahora debo apurarme al cuarto rojo y sacar juguetes prácticos. No sé mucho del tema pero la señorita Kagome menos. Unas esposas y unos látigos serían apropiados y por supuesto unos condones. Aunque eso mejor lo dejo a su responsabilidad porque no creo que quieran un hijo pero también no sé si lo deseen esos son líos de ellos. Yo sólo cumpliré con lo que debo.Busque a los al rededor a doña Irasue, esa mujer de armas tomar que le temo más que a mí mismo amo. Es fría como un iceberg, que a veces se me hace tan extraño verla tan educada con aquella mujer que ni siquiera conoce su vida pero que aprecia mucho y creé que es perfecta para su hijo consentido.
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50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)
Fanfiction¿Los humanos esconden secretos? Por supuesto que sí... Unos pueden ser terroríficos para las personas. ¿Pero qué sucede cuando esos secretos se convierten en un vicio?. Aquellos que se aplacan con placeres. Sesshomaru es uno de ellos posee muchos...