Capítulo 105:
Dejar ir a quién amas es el acto más sincero de amor porque sabes que estará mejor sin tí...
Se ha complicado todo de una forma tan culera que hay veces que no puedo. InuYasha y mi padre son un grano en el culo.
Parece que yo tengo que resolver todos los líos y aun así mi padre no se da cuenta de mi esfuerzo.
Cuando llegue encontré a InuYasha tirado en el suelo, algo inconsciente. Había destruido parte de mi sala, y no sólo había vómito en todas partes. Sinceramente algo repugnante.
Si sigue así terminará en la tumba. Pero él solo se está buscando la destrucción por causa del maldito amor, Kikyo es la causa de todo este problema, ella lo echo a perder desde que la vio en la cama con otro hombre. Según era una pareja estable. Y ahora yo soy quién tiene que pagar los platos rotos que dejó esa estúpida puta.
Me acerque a él, tratando de ignorar el hedor del vómito agrio y tuve que hacer el esfuerzo para que yo no echara lo que llevo en el estómago.
Preferiría hacer aquellas mañas que mi padre hacia con mi madre y aceptaría una buena embarrada de sangre en el pito y la habitación que esta porquería.
—InuYasha— le grité. —¡Despierta, carajo!— golpee su rostro, pero no reacciona. Entre en pánico creí que había muerto. Sin embargo al recibir otro golpe en el rostro reaccionó algo torpe.
—¡Ey, hermano has llegado!
«¿Desde cuándo este pendejo me dice hermano?».
—¡Debes pararte!
Jaken sólo observaba desde el umbral, tapándose la nariz.
—¡Hazle un café para que se le baje la borrachera!
Obedeció de inmediato, lo que buscaba era alejarse de esa maldita escena.
Le ayude a levantarse, InuYasha le costaba mantener el equilibrio tuve que ordenar que se apoyará de mi, de su boca salía una peste que tuve que hacer mi cabeza de lado.
Una vez levantado lo coloque sobre el sillón y no tardó en volver a quedarse dormido.Eso me dió coraje. Tuve que dejar a mi mujer por su culpa y él duerme plácidamente.
No podía dejar que Jaken levantará la mierda de ese idiota, no es su obligación, tampoco mía quién debería de hacerlo es mi padre. Sin embargo hasta que ese hijo de puta conteste el vómito de su querido hijo terminará secándose dejando un olor más apestoso que el que ya existe.
Fui al área de instrumentos de limpieza y recogí una cubeta de agua con cloro, el mechudo, guantes y un cubrebocas. El esfuerzo que haré es rotundamente incómodo.
Una vez terminado deje a InuYasha y me fui a dar un baño, tengo la sensación de oler horrible, como si su peste se hubiera impregnado en mi piel y mis fosas nasales.
Una vez arreglado regrese con InuYasha, seguía dormido.
Decidí marcarle a mi padre, no por gusto sino para reclamarle, pero el muy cabron no respondió.
Me encerré en la oficina. Llame al banco para decirles que necesitaba que depositaran diez mil pesos a la cuarenta de InuYasha Taisho.
«¡Para lo que le va durar ese dinero!».
Cuando tenía todo listo el idiota apareció a mi puerta.
—¿Ahora qué quieres InuYasha?
Detesto que me interrumpan.
Duda en responderme.
—¡Ya resolví tu problema! Ahora déjame sólo.
Pero él entendío lo contrario. Tomo asiento en frente de mi rebajando los brazos, me deja confundido, simplemente cada que le resuelvo la vida se marcha sin agradecer y ahora esta vez se queda a mirarme. Recarga su rostro sobre el escritorio, con un rostro de perro triste.
—¿Qué te sucede?—. InuYasha comienza a darme las gracias por depositar el dinero en su cuenta bancaria. —¿Quién mierda eres tú y que le hiciste al verdadero InuYasha?— intente sonar cómico, pero resultó lo contrario. Él hizo el intento de reírse —¡Ya en serio InuYasha! ¿Qué te está pasando?.
Sin embargo está fuera de si así que decidí ignorar y continuar escribiendo en la computadora.—Ví a Kikyo...
Cerré la laptop y lo observé seriamente, aún conservaba el aspecto de una mirada ebria y perdida.
«¿Acaso me importaba saberlo?».
Sinceramente no me interesaba. «¿De cuándo acá InuYasha viene a contarme sus problemas personales?» Que con el tiempo se convierten míos.—¿Y?...
—Hablamos.
—¿Quieres que te aplauda por seguir buscando a alguien que sólo te jodió la puta existencia?
—Aún la amo...
—Pero ella a ti no, sigue con tu vida y deja vivir a los demás.
Echó a llorar.
—No puedo, ella es mi vida entera y el amor de mi vida.
Odio sus cursilerías, sin embargo trato de comprender ese sentimiento tan impredecible.
—Los peores y mejores días de mi vida han sido causados por ella.
—¡Son tonterías, InuYasha!
Me mira con desdén.
—¡Lo dices porque nunca te has enamorado! Pero el día que lo hagas Sesshomaru, entenderás mi dolor. Ese solo audible para quienes lo padecen.
Ignoro sus palabras. —InuYasha tengo cosas que hacer, deberías irte, además estoy algo cansado, molesto, asqueado, irritado y la verdad no tengo tiempo para oír tus estupideces— froto mis cienes hablar con él me provoca jaqueca. —¡Deberías irte, enserio!— ordené señalando la puerta.
Él lo comprendió de inmediato.
—¡Date un baño antes!. Estás hecho un desastre, Jaken puede hacerte unos chilaquiles para la cruda.
—No es necesario. Se atenderme sólo después de una peda.
—Seguramente...
InuYasha cerró la puerta y se marchó.
Pero me dejó muy claro mis dudas en mi matrimonio y lo que siento por Kagome. Sabía perfectamente que debía buscarla. Y contarle de mi queridísimo medio hermano.Creí que después de lo ocurrido podría estar tranquilo, pero no fue así... Recibí una llamada inesperada que complicó aún más la situación.
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50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)
Fanfiction¿Los humanos esconden secretos? Por supuesto que sí... Unos pueden ser terroríficos para las personas. ¿Pero qué sucede cuando esos secretos se convierten en un vicio?. Aquellos que se aplacan con placeres. Sesshomaru es uno de ellos posee muchos...