Capítulo 102:
Tanto placer me ha relajado, aún así desperté más pronto que mi señorita Kagome. Mi teléfono celular había sonado en dos ocasiones. Y delicadamente tuve que levantarme del abrazo de mi mujer para evitar despertarla, aunque el ruido del celular podría hacerlo. Así que me y busque el celular deprisa que estaba guardado dentro de la bolsa de prenda de vestir y lo saco. Salgo de la habitación para poder hablar y no despertarla con el ruido de la conversación.
Jaken es quien está en la línea.
«¡Qué insolencia!», pensé molesto seguramente quiere detalles...
Decidí contestar.
—¡No pienso contarte nada!
—Amo yo no le llamo para saber cómo le está llendo— dice alterado.
Esa actitud me estresa.
—¡Jaken cálmate y dime lo que está pasando!.
El nunca llama cuando estoy de viaje o fuera de la ciudad a excepción que exista una emergencia.
—El joven InuYasha está aquí.
Escuchar ese nombre me repudia y se me revuelve el estómago.
—¿Qué es lo que quiere ese miserable?.—Lo mismo de siempre...
Sabía la respuesta, era dinero.
—Además discutió con su madre.
Me purga que se meta con la mujer que me dió la vida. No puedo considerarlo como un hermano porque para mí nunca ha existido a excepción cuando desgraciadamente viene a buscarme para joder la existencia.
—¿Cuál fué la causa del disgusto?
Escucho desde el otro lado del teléfono, que ha pasado saliva.
—No lo sé, amo— lo escucho con ganas de llorar a causa del miedo
—Solo sé que fue a buscarlo a la oficina de la empresa y como no lo encontró, decidió ir al horfanato y ahí vio a su señora madre.Imaginé la escena y la vergüenza que debió haber pasado. Seguramente se hicieron de palabras y más que InuYasha no respeta ni a su abuela.
—Y por último vino a la mansión. E hizo un desmadre. He intentado correrlo pero no he podido y sabe que a la policía no debo llamar.
«Mierda, eso quiere decir que debo regresar a Las Vegas de inmediato.
—Dice que no se marchará hasta que no lo vea a usted.
—Estoy ocupado, Jaken.
Obviamente sabía que no habría más sexo pero tenemos cosas que arreglar Kagome y yo, aquí en Tokyo.
—Además creo que está drogado.
Otro prieto en el arroz, son sus adicciones, algo que no ha cambiado desde que tengo esa información. Es una de las razones por la cual decidí hacerme cargo de la empresa porque sabía que él nos llevaría a la ruina. Sin embargo para mí grandioso padre es su favorito.
Es él quién debería encargarse de darle sus caprichos de niño bonito, y no yo.Pero como soy quién administra el dinero, no me queda de otra.
Cada mes le depósito diez mil pesos, pero se lo gasta demasiado rápido últimamente. Eso anda malTrato de pensar en lo ocurrido para decidir de manera adecuada. Pero es algo difícil, no puedo llevarme a mi mujer porque la voy a asustar si esto se descontrola. No quiero preocuparla de más y hay muchas cosas se mi vida que no sabe y que poco a poco debo contarle.
Respiro profundamente aprieto mis cienes y regreso a la habitación.
Ella sigue dormida y muy tranquila. Decidí no despertarla y dejarla dormir, tiene que recuperar energía, está muy cansada y yo muy satisfecho. Me vestí rápidamente y en silencio.En el otro hotel me daré un baño rápido y espero encontrar un boleto de avión porque últimamente ir de entrada por salida no me está agradando y no quiero encontrarme a esa mujer que me mamo la verga.
Una vez vestido decidí mirar por última vez a mi mujer, y le lance un beso. Quería llevarme algo que me la recuerde a todo momento para no sentirme tan sólo esas cuántas horas llenas de lejanía para después explicarle todo con calma. Además será algo rápido y sé que ella entenderá la situación.
Esta vez no elegí su ropa interior, esta vez decidí llevarme una fotografía dónde se ve hermosa seguramente es porque está sentada sobre la raíz de un árbol de cerezo y la luz del sol hace resaltar su belleza, tiene una sonrisa cálida y espontánea. «¿Cuál habrá sido el motivo de su sonrisa? ¿Quién le habrá sacado la fotografía?», auto automáticamente me llegó a la mente el nombre de su ex y me llené de celos, sin embargo sé que ella me ama a mi, me lo demostró haciéndome el amor tan espontánea, dulce, salvaje y atrevido. Tengo ganas de más, ya será para después.
Recogí el portaretratos. Y me fui sigilosamente.
Porque sabía perfectamente que la promesa de irnos lejos no sería posible. Ella luego me alcanzará en Las Vegas.
Una vez estando dentro del hotel pague el servicio de hospedaje que faltaba, por fortuna no echaron a la calle mis cosas personales.
Me di un baño rápido y me marche al aeropuerto a ver si corría con suerte para obtener un vuelo pronto. Por fortuna corrí con suerte no es mejor clase, pero es lo que hay.Antes de entrar al avión le llamé a Jaken ordenando que vigilará a aquel idiota lo que más pudiera ya que el viaje era largo. Si la única manera de mantenerlo en calma era embriagandolo con la mejor botella de Jack Daniels que lo hiciera. Y cuando se le bajara la borrachera entonces si hablaríamos como dos personas cuerdas y civilizadas.
El vuelo fue algo tedioso pero al menos ya estaba en Las Vegas triste y muy enojado. Había dejado a mi mujer sola sin explicaciones. Tomé un taxi que me llevó directamente a la mansión.
Cuando abrí el picaporte de la mansión me lleve una sorpresa. Todo estaba hecho un caos, una mierda, InuYasha tiene peores arranques que yo. Si destruyo cuando la ira me traiciona pero no al extremo.
Jaken abre los ojos como platos sorprendido.
—¡Amo bonito ya está aquí!— corre a abrazarme. —¿Y la señorita Kagome dónde está?.
—Primero hablame de InuYasha y dime ¿Dónde está ahora?
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50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)
Fanfiction¿Los humanos esconden secretos? Por supuesto que sí... Unos pueden ser terroríficos para las personas. ¿Pero qué sucede cuando esos secretos se convierten en un vicio?. Aquellos que se aplacan con placeres. Sesshomaru es uno de ellos posee muchos...