Botan regresa a las Vegas

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Capítulo 130:

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Capítulo 130:

Estoy emocionado y algo ansioso por ver a mi sobrina, hoy es el día que regresaré a Las Vegas.

Me he levantado temprano para llegar a tiempo a mi vuelo, las maletas estaban listas. No di aviso a mi hermano ni a mí queridísima cuñada. Prefiero desaparecer como lo ha hecho Kagome así no escucho su desesperada insistencia para averiguar el paradero de su retoño. Soy liberado de mi propia burbuja de pensamientos por el teléfono celular que ha sonado. Contesto el teléfono, es uno de mis secuaces.

—Jefe, el morenazo está a punto de irse hasta la Patagonia— intento soñar gracioso.

—Arrima el celular, a su oído quiero decirle unas cosas...

—Si señor...

Espere en la línea.

—¡Morenazo, el patrón quiere hablar contigo!— le escuché decirle.

—¡No quiero que regreses a Tokyo en tu perra vida!— advertí seriamente. —Sino quieres estar muerto y que tú cadáver esté tirado en cualquier lado de la ciudad.

Lo escucho tartamudear. Me alegra saber que mis amenazas no van en vano.
—¡Entendiste!.

No dijo nada. Mi secuaz volvió a recibir el teléfono.

—¡Asegúrate que tome el avión y nunca regrese!.

—Si señor...

Colgué el teléfono y me fui a comer algo antes de que ahora yo sea quién me marche al aeropuerto para viajar a la ciudad pecaminosa con mi sobrina.

Son cerca de las 8:15pm, eso quiere decir que llegaré aproximadamente a las 10:15am
Las Vegas es un lugar extenso de mucho pecado y vicios, sin embargo me gusta. O tal vez se deba a esa damisela de cabellera plateada, de alguna manera me emociona verla. Aunque a ella probablemente ni siquiera le importe.

Voy formado en la fila de asistencia hasta que por fin estoy sentado dentro del avión de tercera clase, me doy lujos de vez en cuando. Y la verdad esta vez quería algo diferente, por esa causa eligí este estilo de viaje.

Aunque sinceramente me está desesperando viajar de esa manera, a un costado mío está una anciana quejándose por todo. Que si le duele las patas o la espalda y es fastidioso e incluso contagioso, ya me empezaba a doler a mi también.
Del otro extremo está una mujer con un niño pequeño algo chillón, creo que debo acostumbrarme o mejor dicho mi sobrina es la que se deberá acostumbrar a los berrinches.

Me urge llegar lo más pronto posible para decirle que el hijo que está esperando es de su esposo y no del violador pero estoy seguro que ella lo dudará por ello llevo evidencia. Sólo falta que ella acceda a hacerla y qué obtenga ADN de Sesshomaru, no será sencillo.

Sin embargo ella merece ser feliz y estar tranquila ya que jamás volverá a ver a su ex. Pero no me atrevo a decirle que fui yo quién le dió la lección de su vida que probablemente nunca lo va a olvidar. Porque el Karma le cobro cabron sus actos. Pero de alguna manera afortunada ella no conoce ese lado oscuro de mi vida. No me atrevo a decirle quién soy y las cosas que he hecho. El concepto que tiene de mi puede cambiar, algo que no deseo que suceda en lo que me resta de vida. No busco defraudarla, pero si ella se llega a enterar ¿Qué pensará de mi? ¿Me odiara? Lo más probable es que si ¿Me perdonará? Sin duda dudo que lo haga. Ella es bastante orgullosa. No me va a perdonar porque muy poco conoce de ese concepto o acto.

Pensar en ello me estresa, provocándome dolor de cabeza y tuve que pedir una pastilla para relajarme.

Después dormí un rato y soñé con esa mujer, no sé por qué pero lo disfruté y mi miembro también. Me siento incómodo porque quién me vea me va a juzgar y soy un hombre mayor, no debo actuar con esa actitud tan juvenil que no va conmigo.
Discretamente coloque mi mano ahí abajo para ocultar mis deseos culposos.
Por fortuna esta incomodidad terminará en dos horas aproximadamente. Una parte de mi desea verla pero otra prefiere la distancia. Por el bien de ambos, de Sesshomaru y hasta de mi sobrina.

Me puse a leer un libro de economía.
El tiempo transcurrio y por fin he llegado, baje del avión, busque mis cosas y tome el taxi.

El corazón me brinca de emoción.

Ni siquiera sé por qué.

Por fin estoy en la mansión de Sesshomaru, le pagué al taxista y baje las maletas de la cajuela.

Miro de frente la enorme casa y doy un suspiro. Espero tener las palabras adecuadas para hacer reflexionar a mi sobrina.

Tocó el timbre en dos ocasiones.

Y se abre la puerta.

«¡Oh sorpresa! Quién me ha abierto la puerta es mi damisela en apuros».

Me mira con desden y el seño fruncido.

—¡Ah eres tú! ¿Qué haces aquí?

—¿A caso no es obvio mujer? Vine de visita, quiero saber cómo están los futuros padres.

Ella abre los ojos de par en par por su expresión no dudo que pensara que yo no supiera nada sobre el embarazo de Kagome. Sin embargo se mantuvo en silencio.

—¿Puedo pasar?

A duras penas me da acceso al pasillo.

—Pues, entra...

Lo hago inmediatamente.

—Sesshomaru y Kagome aún permanecen en sus aposentos, iré a hablarles para que vengan a recibirte como te mereces ya que yo no tengo tiempo para estas cosas. Toma asiento en la sala.

Se marcha dejando una estela de perfume dulzón que me deleita las fosas nasales como si fuera droga.

Obedecí y se me hacía raro que ella fuera quién abriera la puerta «¿A caso el mayordomo ya no trabaja aquí?», pensé sorprendido.

De repente escucho gritos llenos de histeria, recriminando por parte de Irasue, reconozco su voz aguda. Son reclamos pero no sé exactamente de qué. Sin embargo la curiosidad mata al gato y me levanté del sillón para arrimarme a la puerta y escuchar algo más fluido.

Son regaños...

Hablan de sexo. ¡Los ha cachado en la movida a esos dos calenturientos! Sin duda un buen regaño no está de más. Kagome está embarazada. No soy ginecólogo y no sé de esas cosas pero no creo que sean prudentes en su estado.

Me gusta la actitud de esa mujer porque sé que entre ella y yo quizás no puede haber nada pero seremos buen freno y escarmiento para Sesshomaru y Kagome. Que bien o mal lo necesitan.

 Que bien o mal lo necesitan

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50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora