Conversación dentro de la Grand Wagoneer

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Capítulo 63:

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Capítulo 63:

Después de ese momento tan inesperado para todo el público, varios papararatzis y reporteros me abruman de tantos flash de las cámaras fotográficas que me encandilan la vista, esto era peor que estar en una alfombra roja, estoy acostumbrada a pasar por desapercibida que ser el foco de atención es algo estresante invaden mi espacio y mi oxígeno. No es lo mío, en cambio mi ogro sexy se la pasa muy bien posando en cada fotografía, sonriendo, llevándome de su hombro.

Una lluvia de preguntas vinieron hacia nosotros, los reporteros estaban muy interesados en escucharnos.

¿Eso significa que pronto habrá un heredero Taisho en la familia?— pregunto una periodista con lentes.

«Eso era incómodo, no tengo planeado tener hijos».

Él sonrió. Yo no sabía que iba a responder si me cuestionaban algo que no tendría la respuesta exacta.

¿Dónde se conocieron?— esta vez quien interroga es un hombre.

«Si supieran no se lo crrerian».

¿Por qué ocultó su casamiento y hasta apenas lo hace público?— volvió a cuestionar la mujer.

Yo ya empezaba a estresarme con esas preguntas y ya quería mandar a chingar su madre a todos...
¿A quién le importa todo eso?.
Es algo personal y muy íntimo.

¿Quién es ella?...

Escuché a lo lejos.

¿De dónde es?...

Mi ogro sexy calmo a la multitud alzando los brazos, dijo que respondería en otro momento esas preguntas porque por ahora la fiesta no era relacionado a nosotros dos y nuestra relación, sino a aquellos pequeñines sin hogar alguno. Debe de haber respeto.

Al querer y no los paparazzi nos abrieron paso y entonces caminamos de largo, aún sujetados de la mano, me llevo al balcón, desde arriba todo se veía perfecto. Sango ya no estaba ahí y eso me agradaba bastante.

Mi suegra bailaba con alguien que no conocía y se veían perfectos por supuesto una canción de grupo favorito. Aún así las miradas no eran puesta en ella sino en nosotros y eso era sumamente detestable. Quería privacidad y ahora no era posible, por lo menos no me hicieron las preguntas directamente hacía mi sino si les diría la respuesta de mala gana, no tengo paciencia para estás cosas y eso lo sé desde siempre.

Dirigí la mirada hacia mi ogro sexy y se ve impaciente y tenso con un cierto tic en la pierna derecha, está inquieto. Cómo si le urgierá irse. Y bueno en ese sentido ya éramos dos.

Aunque no sabía si esa urgencia o impaciencia se debía a que reveló nuestra relación o por lo que le dije del sexo. O tal vez sean las dos cosas y debía averiguarlo.

50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora