¿Los humanos esconden secretos? Por supuesto que sí...
Unos pueden ser terroríficos para las personas.
¿Pero qué sucede cuando esos secretos se convierten en un vicio?.
Aquellos que se aplacan con placeres.
Sesshomaru es uno de ellos posee muchos...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo 154;
Convencer a mi sobrina no será sencillo así que opotaré por los actos clandestinos.
Vi entrar a Kagome sollozando, tuvo una discusión con su esposo, cuando no están fornicando están peleando. Los jóvenes de ahora se complican la vida. Tal vez está sería una oportunidad para convencerla, pero es necia y me mandará a la fregada. Aún si voy a buscarla y trataré de consolar su tristeza.
Toco ligeramente la puerta.
—Kagome, ¿Estás bien?
No me respondió
Volví a tocar.
—No quiero hablar con nadie.
Ella seguía llorando y me preocupa dejarla sola, haría una pendejada de eso estoy seguro.
Intenté abrir la puerta, por fortuna está sin seguro. Pude entrar.
Verla ahí acostada cubriendo su rostro con la almohada.
—Kagome...
—Quiero estar sola.
No lo haré aunque ella Mr lo suplique. Necesito escucharla, necesito de su sangre. Necesito que ella tenga calma y disfrute de su bebé.
Vivir lamentándose es cruel.
Me siento a un costado y le frotó la espalda con ternura. Ella levanta el rostro. —Aun la ama...
No entendía el contexto de su respuesta.
—Sango.
—¿Los viste juntos?
—No, pero la cree muy inocente y buena.
—Eso no significa qué la siga amando.
Negó con la cabeza, se levanta y me mira seriamente.
—Estuve a punto de decirle la verdad...
Un nudo en la garganta apareció. Sabía a lo que se refería pero no tiene las pruebas contundentes para hablar por hablar.
—No tuve valentía..., Soy una cobarde.
Sentí una especie de lastima y la abrace con fuerza.
—Ese hijo es de tu esposo deberías aceptarlo de una vez.
—Estoy segura que es de Bakotsu y lo peor me siento culpable por embarrar la responsabilidad a un hombre que es inocente.
