Capítulo 40:
Después del penoso acontecimiento e inoportuno de mi querida suegra y los besos candentes de mi querido esposo he quedado algo cabreada y preferí que él entrara a bañarse primero, tenía ganas de entrar con el pretexto estúpido de ahorrar agua. Pero evite que mis necesidades básicas dominarán mi cuerpo. Así que me cubrí con las cobijas y finjo que estoy dormida. Mientras él sale de la ducha en paños menores, una toalla envuelve bese miembro que tanto se me antoja, el cuarto se ha llevado de vapor. Por una rendija lo miro y mi cuerpo reacciona con las hormonas alocadas, el corazón acelerado y claro algo húmeda ahí abajo.
No puedo justificar mis pensamientos pero cada que me va a llegar la menstruación me prendo fácilmente y mi lado cachondo y caliente se apodera de mi mente y claro el estómago se me suelta y estoy en el proceso de que mi óvulo no fecundado explote. Respiro más aliviada cuando se va dejando una estela embriagante de perfume.
Rápidamente me meto a bañar y no dejo que salga el agua caliente, con la temperatura de mi cuerpo es más que suficiente.
Esa jodida necesidad de tocarme inunda mi cuerpo no me queda más remedio que estimularlo lo suficiente para que mis fluidos salgan alborotados, me estímulo tan sutilmente que me hago un orgasmo, no me da pena aceptar que a veces necesito esto el problema es que no pienso en Bakotsu, no lo deseo sino el del ogro sexy y es una nueva sensación que no puedo explicarlo pero que me da más satisfacción que mis antiguas masturbaciones pensando en mi ex.
Cuando logro sacar todo mi deseo ahora sí me aseo rápidamente, la piel se me volvía estilo uva pasa además llevo como una hora aquí dentro y es probable que él venga a buscarme y no quiero que me mire en brasier y tanga.
Me unte aceite de cereza en el cuerpo para hacerlo suave y cedoso, le de un toque brilloso algo llamativo con partículas de feromonas.
Después busque uno de mis vestidos favoritos de color lila, mi madre me decía que parecía una muñeca de excitación con él y yo me lo creía y creo que esta ocasión lo amerita.
Decido pintarme un poco al menos que el maquillaje sea neutro y natural, no me gusta exceder salvo en las fiestas. Me gusta mi cabello recogido me va bien con mi personalidad y optó por unas trenzas y un chongo y uno que otro cairel.
Un poco de perfume y me siento perfecta. Ahora sí es el momento de ir con mi esposo y mi suegra quiero que se echen un buen taco de ojo y lo más importante que él ya no piense en esa mujer.
Bajo las escaleras y entro a la cocina, el olor de la comida es delicioso y me abre el apetito.
Estaba algo titubeante al entrar pero él me llevo hasta dentro sentandóme a su lado y mi suegra le agrado mi atuendo e hizo que él me mirara, hasta me colocó su mano sobre mi pierna y debo admitir que me agarró por sorpresa pero me gusta y tengo tantas ganas de que suba su mano hasta mi punto más sencible y me de un castigo placentero.
ESTÁS LEYENDO
50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)
Fanfiction¿Los humanos esconden secretos? Por supuesto que sí... Unos pueden ser terroríficos para las personas. ¿Pero qué sucede cuando esos secretos se convierten en un vicio?. Aquellos que se aplacan con placeres. Sesshomaru es uno de ellos posee muchos...