¿Los humanos esconden secretos? Por supuesto que sí...
Unos pueden ser terroríficos para las personas.
¿Pero qué sucede cuando esos secretos se convierten en un vicio?.
Aquellos que se aplacan con placeres.
Sesshomaru es uno de ellos posee muchos...
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Capítulo 87:
He decidido hablar con mi famila lo más pronto posible, deseaba demorar el tiempo y dejar pasar unos días para buscar a mi padre, pero es necesario, sin embargo tengo miedo de ir sola.
Así que cogí el teléfono fijo y fui a marcarle a mi tío Botan. Él será un buen escudo, sé que puedo hacerlo sola pero hay tantas cosas que explicar y tal vez mi tío me de una ayuda que tanto necesitaré. Me mandó a buzón en varias ocasiones. Después de varios intentos logré localizarlo su voz sonaba algo extraña.
Creo que había tomado un poco, es algo extraño ya que él no lo se embriaga con cierta frecuencia, a menos que esté de fiesta o algo parecido.
—¿Sucede algo Kagome?. No me digas que ya te arrepentiste de regresar a Tokyo.
—Para nada.
—¿Para qué llamas entonces?.
Respingo por las preguntas de mi tío. —Necesito hablar con mis padres y sola no puedo hacerlo.
—¿A qué le tienes miedo Kagome?.
A ciencia cierta no lo sé así que obte por el silencio.
—Debes ser valiente y tener los ovarios bien puestos... Y decirles que dejaste a tu ex plantado porque te puso los cuernos con la tal Kagura, estabas muy dolida y por accidente te casaste con un ricachón en Las Vegas.
Sonaba tan sencillo dar las explicaciones pero no lo es. No puedes hablar con facilidad cuando estás dolido o confundido porque las palabras no fluyen se manera clara.
—Lo sé...
Da un suspiro largo que retumba en mi oído. —¡Está bien!. Te acompaño, pero tú será la que hablara.
Fruncí el ceño, sin embargo prefería eso a ir sola.
—En dos horas te veo en el boulevard de los cerezos... Y de ahí nos vemos en la casa de mis padres.
Me toma media hora llegar a mi lugar favorito de todo Tokyo, de hecho obte por ocupar ese departamento por la cercanía del boulevard. Me coloco en un lugar estratégico para que mi tío me encuentre rápidamente y tomo asiento mientras observo el tráfico y las personas con su andar apresurado, aquellos desconocidos que viven en su propio mundo y sus propios sueños, miedos e inseguridades que esconden en su propio corazón y me hacen sentir que no soy la única que ha sufrido.
Miro cada edificio y cada casa, no pude evitar darme cuenta la gran diferencia que hay en mi ciudad de origen y Las Vegas.
Ambos lugares tienen su propia rutina y su propa cultura. En aquella ciudad ví muchas diferencias, tan sólo por el idioma, me ha sido algo difícil aprenderlo y en otras ocasiones buscaba ayuda a mi esposo. Sesshomaru... Amaba su acento y su voz varonil. De repente me llegó la nostalgia y el miedo. Ni siquiera comprendo mis propios sentimientos y hago cosas sin pensarlo. Por otro lado quiero ver a mi ex y no sé qué le voy a decir, perdonarlo no sería correcto. Me empezaba a doler la cabeza por agobiarme en tantos dilemas que pronto tendrán solución, masajeo mis cienes.
