¿Los humanos esconden secretos? Por supuesto que sí...
Unos pueden ser terroríficos para las personas.
¿Pero qué sucede cuando esos secretos se convierten en un vicio?.
Aquellos que se aplacan con placeres.
Sesshomaru es uno de ellos posee muchos...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo 117:
Mirar a mi suegra tan feliz me hace sentir extraña, probablemente mi madre ni siquiera reaccionaria de esa manera.
-¡Gracias Kagome por darme esta felicidad que no me cabe en el pecho!
-De nada... Pero tengo más cosas que hablar con usted.
Me observa confundida cruza los brazos y cambia de postura en el sillón.
-¿Qué quieres decir?
-Prefiero ser honesta con usted...
Tome aire para revelar una cosa que también es algo complicada de decir.
-La manera en como le conté que conocí a Sesshomaru no es la correcta.
Su mirada nuevamente es amenazadora, cielos verla de esa manera me da miedo.
-La verdadera manera de como conocí a su hijo fue en una borrachera...
Irasue abrió los ojos de par en par.
-¿Qué dices muchacha?
No quería volver a repetirlo.
-Conocí a su hijo estando ebria. Y me case con él en ese estado de borrachera, por supuesto él también lo estaba no me obligó a nada. Nuestro matrimonio fue hecho fuera de un hotel. Creí que esos casamientos no eran reales y sólo eran un juego..., Pero me equivoqué. Sesshomaru y yo nos casamos como la ley lo establece.
Mi suegra escuchaba atentamente y se ve que no lo puede creer con facilidad y creo que yo estoy igual aún no creo ser esposa de Sesshomaru.
-¿Ustedes nunca fueron novios oficiales?.
-No...
Deseaba que me tragara la tierra pero no podía quedarme muda y fingir una mentira por más tiempo.
-De hecho yo no lo amaba- continué hablando pausadamente, viendo cada fracción en su rostro porque podría desmayarse de la impresión, menos mal que estamos en el hospital. -Yo me iba a casar con alguien en mi país, pero me fue infiel con mi mejor amiga y lo deje plantado en el altar, tome los boletos de avión que mi madre me había regalado y me vine a Las Vegas. Me hospede en un hotel de su distribución y me embriague hasta perder la conciencia de mi propia razón, termine casandome con un perfecto extraño que actualmente estoy locamente enamorada de él.
Mi suegra se ha quedado sin palabras y perpleja con la situación que vivimos.
-Al principio fingimos con usted- añadí a mi repertorio de verdades. -Con el tiempo el sentimiento creció y surgió de manera real.
Se me cae la cara de vergüenza y después de desenbuchar todo un silencio se impregnó en nuestros al rededores. Tal vez necesitaba digerirlo todo de manera tranquila, tal vez no me perdone. Me levanté del sillón para marcharme pero ella sostiene mi mano para evitar mi huida.
