Cicatrices

234 47 60
                                    

Capítulo 132

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 132

¿Cómo olvidar una herida? Cuando queda una cicatriz de por vida.

Nos miramos mutuamente de manera retadora, no iba a bajar la guardia, esperaba una respuesta coherente de su molestia.

—Usted nunca me había tratado de esa manera, nunca creí que me golpearía.

—Y yo creí que tenías educación. Pero nadie es perfecto...

Yo nunca he creído en la perfección, porque mi vida es justamente imperfecta. «Sesshomaru es lo más cercano a la perfección que he conocido».

—Con razón la dejo su esposo...,
Usted quiere la perfección y eso no existe.

Un punto para mí.

—Y yo espero que mi hijo haya escogido a una mujer adecuada a pesar de haberse conocido en una borrachera. Espero no lo decepciones porque mi hijo tendrá muchos defectos, pero es un buen hombre. ¡Y lo sabes bien Kagome!

Y eso era cierto... Un punto para ella. «Si supiera la verdad estoy segura que él sufrirá, e incluso más que yo», pensé con remordimiento.

—Esa no es excusa para que me haya golpeado. Soy la esposa de su hijo y a veces la necesidad de estar cerca de manera íntima es demasiado fuerte... Nos invade la lujuria y nos bañamos en deseo y lascivia.

La tensión permanece, lo siento tan fuerte, tan drástica. Quiero que esto termine.

—Sé lo que implica el sexo y la necesidad de estar íntimamente cerca con la persona que amas. Pero hay momentos para todo, en esta vida... Y el momento para que ustedes dos forniquen no es el correcto.

No comprendía el énfasis a prohibir el sexo en el embarazo, ya ni los ginecólogos se preocupan tanto.

—Investigue que no es malo el sexo en el embarazo, y es más hay unas que la necesidad de coger es más fuerte que cuando no estás preñada... —Creo que soy de esos casos— concluí.

«Aunque no sabía en ciencia cierta si esa información en internet sea verídica. O tal vez si es peligroso, pero eso lo sabré cuando cumpla tres meses», pensé preocupada porque no sé cómo controlar el deseo. Estoy más que segura que lo haré esta noche para concluir de manera correcta lo que fue interrumpido.

—¿Y eso qué?— reclama encogiendo  los hombros y el ceño fruncido.

No hay poder humano para que se cierre este ciclo de molestia. No quedaba más remedio que prometerle que dejaré de estar caliente por nueve largos meses, aunque sé que le estaría mintiendo porque no dudaría en emplear toda la noche para hacer el delicioso con mi hombre. Y sé que Sesshomaru no se negaría.

—¿Espera que no tenga relaciones sexuales con su hijo por nueve meses? Porque esa es la propuesta que propone y que desea que yo acepte rápidamente.

50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora