Demostración sexual en la oficina

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Capítulo 77:

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Capítulo 77:

Podríamos sentir amor cuando tenemos relaciones sexuales, podríamos no sentir nada en absoluto y solo vivir el momento hasta terminar totalmente cansados, o es más que una simple necesidad de complacencia básica del cuerpo. ¿Eso se podría definir cómo amor o atracción sexual?. Pero la cuestión es... ¿Qué podría pasar si confundimos el amor por deseo sexual?.

La respuesta no la sé...

Creo que ambos no lo sabemos...

Porque tanto Sesshomaru como yo estamos confundidos y quizás no queremos reconocerlo. Porque él vive atado a sus normas del dominio que yo podría ser una más de sus necesidades y yo vivía en la rutina que el amor se esfumó por la ventana o quizás nunca amé a Bakotsu y vivimos en un cuento que no era el correcto él se dió cuenta y por eso se marchó y quizás yo estaba ciega... No lo sé. Ya no sé si lo amé o sólo era un compañero de vida.

Ahora no sé si me he vuelto loca o simplemente quiero descubrir mi sexualidad atreviéndome a practicar juegos nuevos. No tengo experiencia pero podría adquirir con el tiempo. Pero, ¿Acaso Sesshomaru es el indicado?.
¿Podría haber amor en un acto sadomasoquista?.

No lo sé, quisiera averiguarlo.  Cuáles son mis límites y mis deseos, pero estoy demasiado molesta por sus actos que quiero vengarme, se supone que nos pertenecemos, se supone que yo debo saciar sus deseos y escucharnos mutuamente. Él sacar mi leona interna que sé que vive enjaulada en algún lugar de mi interior. Y hoy quiero liberarla para deborárme la carne fresca de mi hombre. Que sólo de pensarlo me mojo. Odio como me hace sentir y odio no saber qué es lo que siento. Odio no entenderme y no entenderlo yo a él. Y odio tener necesidad de cogerlo bien duro.

Y entonces aquí voy con esa idea loca en mi cabeza decido darme un baño rápido pero exahusivo dejando mis partes íntimas impecables. Me pongo crema con olor a jazmín y bastante perfume Poison. Necesito embriagarlo y dejarle mi marca que todos sepan que me lo folle, nadie se le acerque porque soy su dueña.

No sabía que ponerme pero el mayordomo alcahuete siempre sabe ayudarme y me dejó a la vista un traje de policía con encaje y cuero muy atrevido. Me recogí el cabello en una cola de caballo y me puse una boina solo me faltaba un abrigo negro para ocultar parte de mi locura, es largo  recojo los instrumentos sexuales los observo por un instante. «Espero sepa usarlos», pienso sonriendo de mi propia putería. Las esposas son geniales y el peluchito las hace ver muy cute pero no pude evitar sentir celos y tristeza al mismo tiempo ya que esas esposas pudieron estar en las manos de Sango aunque se ven más hechas para unas manos del género masculino, doy un largo suspiro y los guardo todo lo que necesito en los bolsillos.

Por último me miro al espejo y me pinto los labios de un rojo carmín, me siento sexy y muy antojable para mi querido esposo.

No sé lo que voy hacer no tengo experiencia con estas cosas, pero improvisaré. Sólo espero que no lo dañe.

50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora