Babydoll

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Capítulo 24:

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Capítulo 24:

Me dolió mucho la actitud del ogro sexy, si eso piensa él, no me puedo imaginar qué pensara mi ex, ahora entiendo porque me engaño. "No soy suficiente mujer para él, ni para nadie".

No pude evitar sentirme mal y echarme a llorar, me miro en el espejo y me siento estúpida e ilógica y con el autoestima hasta los suelos, empiezo a recalcar mis defectos físicos como psicológicos hasta que siento que soy una basura incomprendida.

Dejo que todas esas sensaciones de dolor salgan y decido meterme a bañar para que los ojos hinchados desaparezcan, igual que el dolor de cabeza y dental, no acostumbro tomar pastillas, el baño caliente siempre me ha ayudado a relajarme. No pienso darle importancia. Ni dejar que él se salga con la suya y me vea derrotada, no le pienso dar el gusto, estoy dolida pero no él será guapo pero como ser humano no vale ni un peso, es maltratador con pito antojable pero nada más, estoy aquí porque no tengo dónde ir sino ya me hubiera marchado desde cuándo.

Cuando estoy suficientemente relajada y el dolor haya casi desaparecido salgo del agua y me coloco la bata sobre mi cuerpo le hago un perfecto nudo, es suave y de color verde.

No pienso salir hoy así que me pondré nuevamente un camisón, hambre no tengo y tampoco quiero toparme con él al menos no por hoy.

Abro la puerta del baño y me llevo una sorpresa totalmente grande, casi me desmayo. Sobre mi cama había varias prendas de lencería Victoria's Secret que yo no había comprado, había de tantos estilos y colores, miro al rededor de mi habitación atentamente por si alguién estaba escondido porque había jurado que yo cerré la puerta con llave para evitar que me molesten y podría jurar que así lo hice, pero alguien entró sin mi consentimiento.

Observo con detenimiento la lencería e incluso la toco, es suave, de terciopelo, de encaje fino, de algodón y de poliéster.

Muy atrevidos para mí gusto que jamás me atrevería a usarlos.

Una especie de enojo llega a mi cuerpo. «¿Qué se creé este imbécil, con comprarme estas cosas hará que cambie el dolor que me causo?», pensé indignada recogí toda la ropa y la guarde en la bolsa donde venían guardadas y fui en busca del ogro sexy para devolverle sus "regalitos" que no pienso aceptar porque simplemente no soy de su agrado así que debería dejarme en paz.

Salgo de mi habitación y lo voy a buscar, tenía que reclamar sus actos tan bipolares.

Lo busque hasta que lo encontré en su habitación de espaldas mirando por el vitral, la habitación huele a cigarrillo.

—¡Ey tú!— grite enfurecida aventando la lencería al suelo.
¡No quiero tus porquerías!.

El abrió los ojos de par en par.

¡Se dice gracias, insolente!.

—No te las pedí.

—En teoría si lo hiciste.

50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora