Reclamos de una sumisa

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Capítulo 65:

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Capítulo 65:

Estoy preocupado, no debí dejarla sin mi compañía y fuera sustituida por ese hombre, aunque quiera o no es de su familia. Seguramente tienen mucho de que hablar, pues después de lo ocurrido con el ex no ha regresado a su ciudad de origen.
No quiero que se vaya de mi lado, no quiero perderla y que ese hombre tenga el poder de convencerla para que regrese, no quiero que esté cerca de su ex porque ambos nos pertenecemos.

No puedo perderla...

Mis pensamientos fueron sacados de onda cuando escuché la voz de Sango gritándome por el pasillo.

Viene tras de mi. Eso me incómoda porque unos que otros invitados vieron el numerito de celos y reproches me vienen en camino. Debo ser prudente porque la prensa sigue aquí.

Grita mi nombre con desesperación, podía quedarse afónica.

—¡Silencio!— exijo molesto, a veces me saca de quisio. —¿Qué quieres?.

—¿Por qué hiciste eso?.

Sus ojos emanan una furia sorprendente.

—¿Por qué no me sacaste a mi a bailar?— golpea mi pecho yo detengo sus manos, casi puedo sentir que está como poseída.
—¡Ella es mi esposa!.

—¿Y yo qué soy para tí?.

No sabia exactamente qué decirle porque hace algunos años era mi sumisa sin compromiso amoroso y ahora es totalmente una mujer que no me interesa en lo absoluto.

—¡Contesta la jodida pregunta Sesshomaru!.

Ojalá fuese sencillo responder pero nunca me había puesto en  esta situación, mi vida era más sencilla antes de conocer a Kagome, pero ahora todo es un caos, ella vino a modificar toda mi existencia y mis hábitos en la cama con sexo vainilla.

Ella me da una cachetada, a decir verdad me la merecía porque nunca debí cogerla por despecho cuando anteriormente le había dicho que hiciera su vida.

Lamento  haberte follado aquel día...

Abre los ojos de par en par tapándose la boca. Sus ojos se llenan de lágrimas que no sé si sean reales o una actuación.

—¿Qué es lo que acabas de decime?.

Pongo los ojos en blanco y me froto la frente, necesitaba pensar que decirle.

—Tú no eres para mí Sango, siempre lo supe pero no hice caso por el sexo que me ofreciste como sumisa pero el día de decir adiós ha llegado.

—¿Qué voy a hacer para quitar esa sensación de tus caricias en mi cuerpo, Sesshomaru?.

—Estoy cansado y no quiero discutirlo.

50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora