¿Cuáles son sus demonios?

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Capítulo 53:

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Capítulo 53:

Debo estar loco para querer encerrarme en la habitación y masturbarme con la ropa interior de mi mujer. ¿Acaso Sango no me dejó satisfecho?. Sinceramente no puedo justificar cada acto que realizó pero esta vez me gano el enojo y la curiosidad.

He descubierto algo que creí que nunca sucedería, he encontrado un vicio, el más perfecto y delicioso de todos, dónde todos mis demonios quieren devorar cada noche. "Se que no es amor lo que siento por ella, pero si una fuerte y desenfrenada lujuria".

Quisiera hacerla mía en todos lados de la mansión. Es una droga esa mujer, mi nueva droga.

Sin embargo también tengo curiosidad...  "De su pasado, de sus gustos, de su vida y su familia, todo aquello que le gusta y lo que no". Y lo más importante... ¿Cuáles son sus demonios?...
No entiendo el porqué nació esa curiosidad si con mis antiguas sumisas no me interesa saberlo, ¿Qué la hace diferente de las demás?. ¿Por qué me vuelve loco?. El simple hecho de no tenerla aquí en la habitación me desespera. La necesito. No podré dormir por casi toda una semana. Necesito su olor, su piel, necesito todo... Para ser sincero creo que me busque todo esto pero no pude evitar sentir rabia y celos al confundirme con un bastardo como su ex pleno acto sexual. Eso me emputa.

Debo admitir que el golpe que me dió en los huevos lo merecía, pero estoy acostumbrado a tenerlo todo y ella es algo que no puedo conseguir fácilmente y he perdido la cordura haciendo cosas que no debo.

Ya es de madrugada y tengo los ojos en vela, apretando la almohada dónde dejó impregnado el olor del shampoo.
La abrazo con fuerza para inhalar ese olor tan dulce y delicado.

Me levanté de la cama y salí al balcón a tomar aire fresco que cae sobre mi cuerpo y contemplo el cielo aunque no hay estrellas pero es tranquilo. Aprovecho para encender un cigarro para calmar mi ansiedad. Quiero recuperarla, pero no sé cómo... Todo lo obtengo de manera fácil y rápida, menos a ella. Casarme ebrio no fue buena idea, pero sino lo hubiera hecho no la habría conocido.
Así que le veo el lado bueno a ello, porque sinceramente esa mujer me intriga.

Necesito verla, como aquella noche en su habitación, tal vez eso calme esta jodida desesperación.

Así que entro nuevamente a mi habitación ya que termine mi cigarrillo y voy hacia su habitación como un animal depredador. Porque justamente esta noche la estoy cazando como un animal, voy en dirección de su habitación, probablemente cerro con seguro pero yo tengo el duplicado, sabía que me iba a servir en algún momento y este es el idóneo. Sólo quiero verla a pesar del golpe que me dió, eso despierta mi instinto de cazador porque siento que me convierto en presa...

Por suerte no está con llave, eso me agrada porque puedo entrar despacio sin hacer ruido y ahí está ella... Reposando en su cama durmiendo como una bella princesa hermosa. Su respirar es pausado como un ángel es como si durmiera en paz y estuviera en calma. Tal vez soy yo el del problema. Me siento en un sillón a contemplarla mientras susurro...

Cariño mío, esta noche te como viva— le susurro como si pudiera escucharme. —Porque sólo con mirarte el deseo se apodera de mi descaradamente, porque sin tocarte recorro cada parte de tu piel.

Ese demonio lujurioso que habita dentro de mi me dice que toque delicadamente tu rostro sin importar que pueda interrumpir tu hermosa velada. Y lo hago aferrándome a esa piel suave y tersa. Mientras lo hago despacio mis pensamientos fluyen como si quisieran salir de mi mente para hablarte

«Lo que me estás intentando hacer,es como si no pudiéramos parar,somos enemigos,
pero nos llevamos bien cuando estoy dentro de ti,
eres como una droga que me está matando».

Has cambiado de posición, mi caricia te ha inquietádo así que me detengo para que no te levantes. Y mi mente sigue el mismo juego.

Podría oler tu rastro como un depredador. Justo como un animal. Podrías quizás encontar otro hombre, fingir diciendo que estaban predestinados a permanecer juntos, como lo pudiste creer con tu ex pero no puedes estar lejos de mi, como yo de tí, porque aún puedo escuchar tus gemidos así que puedes hacer lo que quieras hacer,
me encantan tus mentiras... Porque me las tragare todas,
pero no rechaces al animal que cobra vida cuando estoy dentro de ti. Y tú no puedes rechazar a tus demonios y a la bestia que habita dentro de ti, señorita Kagome. Porque nuestros demonios y bestias se complementan estando juntos, somos el uno para el otro.

Podría mirarla cada noche sin cesar, me embelesa su cuerpo y aquella curiosidad, pero no sé cómo recuperarla.

No sé cuánto tiempo ha transcurrido, no tengo sueño porque sólo quiero estar despierto para mirarla. Aún así debo marcharme antes que se de cuenta que tengo la maña de contemplarla en la oscuridad.

Salgo con cuidado de la habitación y tal vez al rato intente buscarla para comenzar de cero. Necesito recuperarla porque ella debe de asistir conmigo al baile de beneficencia como mi esposa y eso ocurrirá en tres días. Además no soportaré más noches sin tenerla a mi lado, el tiempo se hace eterno sino está.

¿Qué ha hecho esta mujer con mis demonios?.

¿Qué ha hecho esta mujer con mis demonios?

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50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora