Sesión

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Capítulo 21:

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Capítulo 21:

La noche ha llegado con rapidez y eso me agrada porque ya no lo resisto más, ni siquiera el trabajo me ha ayudado, así que he sostenido mi teléfono celular y le he llamado a Sango ella accedió a mi petición de inmediato, lastima que la mujer que deseo no sea tan accesible...
Y ella es tan inaccesible ante su pobre hombre.

La espero impaciente en el cuarto rojo, tengo sobre la mesa los accesorios que emplearé.
Dildos, esposas mordazas, gags y más. La veo entrar con un traje completo de cuero ajustado, que corresponde al "Código de vestimenta del BDSM". Es de una sola pieza, que la hace ver como una "Súper Woman". Facilita sus movimientos de manera imbatible.

Con su caminar coqueto llega hacía mi.

—Hola señor Sesshomaru.

—No me tutees al menos que yo te lo pida.

Ella se inca para iniciar la ceremonia de apertura en la sesión sin mirarme a la cara.

Extiende las manos— ordenó con furia, sosteniendo un fuete en la mano.

Ella obedece sin respingar y eso me gusta, pero me gustaría más que se negara así se parecería un poquito más a ella.

Le doy un golpe en las manos y luego otro y otro más hasta que las palmas de sus manos se vuelven coloradas.

—¡Escucha con atención!.

—Si amo...

—Hoy no te llamaras "Valkiria desenfrenada" serás Kagome Quills".

Ella levanta la mirada algo confusa.

—¡Vé a la cama!... Y ponte en cuatro que hoy voy a follar ese lindo culo.

Ella me sonríe y espera mi próximo actuar.

Te voy a follar tan duro, que no te van a dar ganas de follar con nadie más en tu puta y miserable vida Kagome Quills— emití un gruñidos cerca de su oído.

Ahora no uso la mano para darle un golpe en las nalgas como suelo hacerlo, me salto ese procedimiento y voy directo a usar el látigo. Con todas mis fuerzas le lanzó un latigazo que la hace retorcerse del dolor y ella se mueve.

—¡No te muevas, joder!— le impacto otro golpe con más brutalidad y así sucesivamente.
He perdido la cuenta de los golpes, me sorprende su dedicación al momento de complacerme que estoy agradecido.
Naraku dice que ella tiene un interés romántico por mi y no solamente sexual, sin embargo eso no es lo mío, y pronto ella dejará de servirme como mi antigua sumisa y tendré a mi zorrita.

Estoy con Sango solo por necesidad e inclusive por la rutina después de esos seis meses sin sumisa ella me ayudaba a aclarar mi mente. Pero hoy solo pienso en mi zorrita. Estoy totalmente jodido y convencido que esa mujer debe ser mía y tengo algo de ventaja para que ella caiga, el simple hecho que ella quiere estar escondida por culpa de su ex, me la ha dejado en charola de plata.

Sólo debo hacer que ceda a mis encantos.

Miro el culo de Sango hinchado por la golpiza que le he propiciado, escucho su gemir y creo que es ella, deseo desintegrar esa imagen de mi mente y decido seguir golpeando esta vez desefrenadamente debía sacar toda la furia y la adrenalina acumulada en mi verga hinchada y dura, la depósito dentro del hoyo de esas nalgas frondosas, pero mi mente sigue en transe en cada estocada. Cierro los ojos y creo que es ella, me dejó ir por esa idea y que mi propio cuerpo se acostumbre para liberar un gemido y mi leche.

Creer que está aquí es tan sencillo que no me cuesta nada seguir con el embrujo porque...

Solo quiero escucharte gemir de dolor y placer, y que digas mi nombre de la manera más sucia que salga de tu interior, que tus demonios de tu alma se liberen, al sentir que tú me perteneces por completo. Quiero percibir en tus ojos disfrutas de mi presencia, que mis caricias son las que despiertan el deseo de tu ser, y que te hacen perder la razón. Olvidando a la dama para dar paso a la perfidá, perversa y lujuriosa zorrita que eres... Mi zorrita.

La palabra segura de Sango me saca de aquella burbuja explotando con gritos llenos de suplica había excedido mi fuerza y mis folladas su cuerpo estaba exhausto y yo quería más mucho más y eso es frustrante.

—¡Joder no aguantas nada!.

—Estoy en "semáforo naranja".

Lo que significa que caso está en su límite.
Debía aprovechar su poca resistencia para estar mínimamente satisfecho.

—Date la vuelta te daré por enfrente.

Con dificultad y gestos de dolor se ha girado.

—¡Abre esas putas piernas!.

Lo ha hecho.

Puedo mirar su abertura del triángulo de venus a todo su esplendor, no uso lubricante ni siquiera me ocupo de liberar la tensión de su clítoris y la penetro con estocadas duras.

Una y otra vez saco mi pene hasta consegir el clímax perfecto.

Mis labios liberaron una fuerte y clara palabra, más bien un nombre y no era nada más ni menos que...

KAGOME...

Me corrí con cada sílaba de su nombre, depositando mi semen dentro de la cavidad vaginal de Sango. Ella me mira con furia, no le agrado que dijera el nombre de otra mujer cuando estoy en sesión ante su presencia.

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50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora