La fiesta

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Capítulo 166:

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Capítulo 166:

Me ha ayudado a levantarme del suelo.

—¡Debemos informarle a Sesshomaru sobre esto.

—¡No, no quiere preocuparlo!

—¡Esto es grave!

Tenía miedo y mucho como nunca antes, esa sensación es mucho más grande que las veces que llegue a recibir un golpe por parte de mi padre.
Instintivamente empecé a revisar mi cuerpo y tocarlo con delicadeza, pero al parecer todo está en orden, sólo fue el susto de la caída y el dolor del golpe.

—Toma asiento.

Me llevó del brazo y me obligó a colocarme sobre la silla, abriendo una botella de agua para entregarmelá.

Recibo el recipiente con las manos temblorosas y le doy un sorbo, me dificulta respirar y me siento estúpida porque pude haber dañado a mi bebé por una imprudencia bastante obvia. 

No pude evitar soltar las lágrimas. Estaba llorando, no por mi o mi cuerpo, siempre he sido algo torpe al caminar, pero si por aquella personita que está dentro de mi. Mi hija.

Sonó el celular de Eri pero ella lo ignoro.

—Segura que estás bien.

«No podía asegurarlo».

El celular volvió a sonar.

—Debe ser importante, tal vez deberías responder.

Lo que buscaba era un pretexto para estar sola y suplicar una disculpa a mi hija, le había fallado como madre y como esposa a Sesshomaru.

—Esta bien responderé la llamada, pero en seguida vuelvo.

Cuando la ví marcharse lloré más intenso. Pero no quería mostrar mi debilidad a una extraña.
—¡Perdóname mi niña!— le susurré contemplando mi vientre. ¡No quiero perderte!

Sabía que mi hija no me diría nada, pero aún siento culpa por las noches cuando recuerdo el desprecio que le generaba al no llamarla "bebé" y al desear que no naciera por la estúpida creencia que mi ex era su padre. Es algo sofocante. Porque desde que supe la verdad del ADN he estado aprendiendo a disfrutar esta etapa nueva en mi vida, que nunca creí que habría en mi. Cada día crece esa sensación de anhelo y deseo de cargar a esa niña. Fué cuando entendí el significado de "amar a un hijo".

No supe el tiempo que estuve ausente, consumida en mis pensamientos y mi pánico.

La voz de mi esposo me hizo regresar. Me levanté de la silla con dificultad.
—Sesshomaru— abrazándolo con fuerza.
—Los amo a ambos.

—¿Estás bien? ¿Por qué lloras?

Observandóme con preocupación. Al parecer no sabe nada, pero no tengo, el valor para decirle lo que ha pasado, ni siquiera mirarlo a la cara, no quiero ponerlo lleno de inquietud. Este día sería especial para Rin porque probablemente hoy sea una despedida definitiva y muy cruel para ambos, porque a partir de la siguiente semana será hija de Naraku.

50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora