¿Los humanos esconden secretos? Por supuesto que sí...
Unos pueden ser terroríficos para las personas.
¿Pero qué sucede cuando esos secretos se convierten en un vicio?.
Aquellos que se aplacan con placeres.
Sesshomaru es uno de ellos posee muchos...
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Capítulo 111:
A veces se necesita un golpe de fé, para creer que todo saldrá bien.
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Han pasado semanas desde que deje sola en aquel departamento a mi mujer, me fui sin explicaciones y a la fecha no he podido darlas. Sin embargo es el momento de hacerlo. Ella merece saber lo que está pasando. Merece enterarse del accidente de Rin. De todos los problemas que he acarreado y ha sido desgastante y el motivo del por qué no me he comunicado con ella.
La extraño y sé que Rin también.
Aún no entiendo cómo fue que sucedió semejante acontecimiento, simplemente la pequeña está en el hospital.
Sango me ha dicho que cuando la encontró ya estaba tirada cerca de las escaleras. Se resbaló porque probablemente uno de sus compañeros la empujó, cosa que no puede ser posible ya que la niña es muy cuidadosa y los niños los han educado de una manera armoniosa para evitar el bullying. Además no cualquiera entra a ese lugar porque me dijo Rin que es su guarida secreta y muchas veces nadie la encuentra con facilidad ¿Cómo es posible que mi ex sumisa lo haya hecho? Si Rin puede pasar varias horas ahí sin ser vista. No importa, me alegra que Sango la haya visto, sino no sé que le pudo haber pasado a mi niña. Cosa que estoy totalmente agradecido con mi ex sumisa. Me ha dicho que entró en pánico pues los niños son su adoración y que ella la aprecia mucho, no sabía que hacer por eso acudió a llamarme y rápidamente fui al orfanato a proteger a Rin, hice una llamada al hospital más caro y particular de toda la ciudad para que la atiendan de manera eficaz. Esa caída puede provocarle a su discapacidad un daño irreparable. Rin no merece más sufrimiento del que la vida le ha otorgado.
Pero no sé por dónde empezar para decírselo a Kagome, si tan sólo yo me siento fatal por mi pobre niña.
No pude protegerla como se lo había prometido. No pude estar ahí para sostener sus pequeños pancitos.
Eché a llorar de importancia.
Si cuando fui a ver a Rin junto con los paramédicos estaba inconsciente y fría. El hecho de que todos los niños presenciaran esa escena es perturbador para sus edades.
