Capítulo 44:
Salí del baño y mi esposo ya me estaba buscando.
—Aceptaron tu petición.
—¿De verdad?.
—Así es...
Aplaudo llena de felicidad, delicadamente me acerco a él, despacio saco mi tanga del bolso, la aprieto en mi mano.
—Acércate a mi— le digo con una voz sensual para que me obedezca y vaya que funcionó. Aprovecho para colocar mi mano dentro del bolsillo de su pantalón. —Aqui está tu regalo, te va a gustar.
Saco mi mano y lo miro a los ojos.
—¿Qué es?...
—Aquí no puedes verlo...
Él sonrió y decidió meter su mano para sentir con el tacto mi prenda íntima. La saco del pantalón.
—¿Qué haces?. Nos van a ver.
Observé al rededor no había nadie.
—Señorita Kagome usted es una pervertida...
Una especie de arrepentimiento me llegó a la mente, casi quería arrebatarla.
—Me gusta... Me dan ganas de cogerte, prendes mi locura.
Me abraza de la cintura y me besa los labios mientas guarda nuevamente mis pantaletas en su pantalón y su boca se acerca a la mía es algo delicado y tranquilo.
Me lleva de la mano corriendo y la sensación de no llevar ropa me es algo incómoda porque me siento más ligera de ahí abajo.
—¿A dónde vamos?.
Me lleva a un sitio dónde no conozco y entramos a una bodega, cierra la puerta con seguro.
Era algo extraño que supiera de ese sitio y que el acceso fuera tan fácil. Era una bodega donde guardan cosas viejas, libros y más. Busco un sitio oscuro. Arrinconó mi cuerpo cerca de la pared y levanta mis brazos. Esta vez sus besos son desenfrenados y salvajes su mano se desliza por debajo de mi vestido ya se para donde va esto y deseo que lo haga aunque me da miedo que nos descubran.
Agitada le suplico que se detenga. Aún así ha llegado a mi parte sensible. Sus dedos se deslizan masajeando cada lugar que tengo miedo de gemir.
Inhaló profundamente y suelto el aire para poder calmar mi cuerpo y con el último aliento de cordura suplico que se detenga.
—Nos van a encontrar.
Claro que no se iba a detener era su oportunidad de ser suya sin importar el lugar y la hora. Fue un fuego que yo misma encendí y que no podré apagar. Estaba a punto de llegar el climax cuando fuimos interrumpidos por un ruido muy fuerte. Eran los niños que ya estaban en el salón de música.
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50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)
Fanfiction¿Los humanos esconden secretos? Por supuesto que sí... Unos pueden ser terroríficos para las personas. ¿Pero qué sucede cuando esos secretos se convierten en un vicio?. Aquellos que se aplacan con placeres. Sesshomaru es uno de ellos posee muchos...