Capítulo 60:
¿Alguna vez se han sentido como el cuento de la Cenicienta?.
Cuando todos se le quedan viendo por lo hermosa que se ve con su vestido elegante y a muchos los dejan sin habla y con la boca abierta por el gran impacto que causa hacia los invitados.
Pues hoy me siento la Cenicienta.
Todos voltean a mirarme y murmuran entre susurros se preguntan que quien soy. Si supieran que soy la anfitriona de la fiesta y la esposa del gran señor Sesshomaru, se morirán del espanto. Otras me barren de arriba a abajo, hay caballeros que inclinan la cabeza sonriendome, otras más dicen que mi vestido es hermoso. Pero yo sólo quiero que alguien me mire y ese es mi ogro sexy.
Continúo mi paso lento mirando de todos lados con la esperanza de verlo. El salón es bastante amplio y hay muchos invitados, sería como una aguja en un pajar menos mal que su enorme cabellera platinada resalta entre la multitud. La música por el momento es de "Édith Piaf", La Vie en rose. Bonita pero no es mi estilo sin embargo continúo mi camino es muy desesperante no encontrarlo. Cuando de repente alzó la mirada y ahí está en el gran balcón. Pero no está sólo, Sango está con él sonriendole con una copa de champagne. No pude evitar sentir celos se lo estoy dejando en charola de plata por mis actos tontos. Estoy dispuesta a ir por él pero algo me detiene ni siquiera ha volteado a verme quizás porque traigo el antifaz puesto, pero resaltó bastante en todo el sitio con mi vestido rojo cuando la mayoría de los invitados traen trajes más sobrios de color negro y con antifaces de todos estilos unos los llevan en la mano y otros los traen puestos y otros parecen de terror. Veo como le toca la espalda él corazón se me estruja.
«No debí venir», pensé que debo marcharme antes que me mire.
Doy giro algo brusco y chocó con alguién.
—¡Perdón!. No me fijé.
—No tenga cuidado señorita— me sonríe coqueto. —A veces es difícil caminar estando rodeado por tanta gente.
Me sonrojo, menos mal que llevo puesto el antifaz y oculta mis mejillas.
—¿Qué hace una dama tan bella y tan sola?. Supongo que estás con alguien.
No quería hablar con un extraño pero en realidad en este lugar todos somos extraños. De reojo volví a mirar hacia la dirección de Sesshomaru y ni siquiera sé ha dignado a verme. «¿Si él está de coqueto por qué yo no?», pensé.
—De hecho no vengo con nadie...—¿Puedo hacerle compañía sino le molesta?.
Era tan extraño que se comportará de manera tan educada pero me agrada aunque no sé ni su nombre debería dudarlo. Me extiende la mano para que se la agarre y vaya hacia su mesa.
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50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)
Fanfiction¿Los humanos esconden secretos? Por supuesto que sí... Unos pueden ser terroríficos para las personas. ¿Pero qué sucede cuando esos secretos se convierten en un vicio?. Aquellos que se aplacan con placeres. Sesshomaru es uno de ellos posee muchos...