¡Sobre mí!

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Capítulo 38:

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Capítulo 38:

Una cortina de cabellera plateada se formó a mi al rededor, estaba tan cerca de mi que podía sentir su respirar sobre mi cuello.

Casi doy un grito y me da un infarto del miedo, pero el me ha cubierto la boca con su mano. Creia que me violaría pues su pecho está encima del mío. Puedo sentir su pene, ver su pecho, no puedo hacer nada estoy inmovilizada.

—No te voy hacer nada, zorrita pero mi madre está tocando la puerta y si no fingimos que cogemos nos va a ir peor— susurra despacio en mi oído. Anoche se te olvidó cerrar la puerta con seguro y estás son las consecuencias. ¡Así que coopera!.

No podía digerir tantas sensaciones en pocos segundos.

—¡Desnúdate!— ordena como siempre. —No será creíble que estamos haciendo el amor sino estás desnuda.

Estoy renuente en hacerlo pero él me ha apartado de mi cuerpo el camión y lo tiró en la cama.

El tenía en frente una vista espectacular de mis pechos, sin duda la manera en como me mira lo disfruta y yo sólo con los brazos cubro mis pezones.
Pensé que mentía pero escuche los toques suaves sobre la madera estoy convencida que es ella porque el mayordomo es más brusco al hacer el llamado y después una voz femenina hablo.

—Hijo, Kagome. ¿Están ahí dentro?.

Volvió a tocar.

—Voy a entrar.

«Una venganza sería perfecta si lo beso», pensé con curiosidad entonces  decidí obedecer a mis impulsos y lo bese a mordidas desprevenido, él aprovecho para devolverme la mordida y su lengua entro a mi boca jugando con la mía, es delicioso y desenfrenado, me aferre mas a él que olvide que su madre ya había entrado.

—¡Por el amor de Kamisama!— exclamó asustada incomoda, por aquella apariencia sexual algo candente. —No debí haber interrumpido su acto sexual!— sus mejillas se volvieron rojitas.

Yo no pude evitar reir tal vez porque me dió vergüenza fingir ser la pareja perfecta o porque me gustó el beso.

Mamá nos encontraste ocupados.

—¡Perdón!.

—No te preocupes ya terminamos— gira la cabeza y me mira amenazante. —¿Verdad señorita Kagome?.

Afirmé titubeante.

Ni siquiera habíamos hecho nada y yo me quedé con ganas de más.

—Tal vez, pero mejor los dejo solos sólo quería avisar que ya está el desayuno.

Parecía que ahora sí quería irse ella se ve más afectada por vernos de esa manera tan sutil que terminó llendose. No la culpo  porque una escena así es difícil de digerir. Cerró la puerta con fuerza.
Ahora estando solos le ordené que se apartará de mi sin embargo no lo hace, vuelve a besarme con esa locura desenfrenada de la cual soy presa del deseo. Estamos una una sola prenda interior para estar a merced de la desnudez y la lascivia infernal, sólo falta que yo ponga la iniciativa y juegue el juego del cortejo y la seducción.

No sé por cuánto tiempo nuestras bocas se divierten mezclándose en fluidos hasta que él se separó y dejó de hacerlo. Quiero ser suya, quiero el roce de su pene con mi vagina, quiero sentir otro cuerpo que no sea el recuerdo de Bakotsu pero no debo. Él se apartó de mí rápidamente.

—Basta de besarnos sin sentido— dijo con frialdad. Ambos sabemos que tú estás pensando en tu ex cuando me besas y yo en Sango.

Era un idiota pero tal vez tiene razón.

Dejé que él entrara primero a la ducha y luego yo.

Estas dos semanas serán un martirio sin duda alguna, no sé si yo sea lo suficientemente resistente para caer en sus brazos o lo suficientemente cobarde para no aceptar que quiero ser suya. Pero haré mi mayor actuación y mi mayor esfuerzo por no enamorarme de mi ogro sexy.

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50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora