Remordimiento

798 113 95
                                    

Capítulo 30:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 30:

No hay una peor torturas para una mujer que negarle el orgasmo en un acto sexual. Salí del cuarto rojo con la guardia baja, decidí no responder a su pregunta porque  ni yo misma entiendo a mi propio cuerpo. Puedo echarle la culpa a la necesidad básica del sexo o la curiosidad o simplemente porque fui presa del placer.

Me siento asqueada, estúpida y miserable, he regresado a mi habitación, necesito darme un baño, pues necesito que la sensación de dolor en el culo disminuya y que mi vagina quede pulcra ya que la siento pegajosa y con la jodida sensación que todavía permaneciera la queridísima mano de mi esposo estuviese ahí todavía haciendo de las suyas.

Nunca antes había recibido tanto placer... Eso me provoca algo de remordimiento.

Entro al baño y dejo caer la parte de arriba del babydoll ya que mis bragas no las llevaba puestas. Espere a que el agua caliente fluyera de la regadera.

Me acerque al lavabo y hay un espejo dónde observé mi reflejo y muchas emociones salieron a entrever a la luz.

¿Por qué lo hizo?...

Me miraba en espejo sintiéndome estúpida.

¿Por qué lo disfruté?...

Las lágrimas ya no pude contener y eche a llorar, sin que nadie me consolara sólo me contemplaba a mi misma morado como mis lágrimas rodaban entre mis mejillas.

¿Por qué siento que traiciono a Bakotsu?...

Si aún lo amo. Coloco mis manos sobre mi rostro y echo a llorar a mares, que ni cuenta me había dado que toda la habitación se había llenado de vapor.

"A veces te puedes odiar a ti misma por tus malas decisiones".

Me odio por haber huido de Tokio, debí haber enfrentado a mi ex y no salir corriendo como una cobarde. Me odio porque me case con un desconocido y dejo que me trate mal en ocasiones y me odio por haber disfrutado de su castigo. No sé que voy hacer a partir de ahora. Si ya me tocó ahí, no tardará mucho en querer meterme su polla y darme duro, no se lo debo permitir. No debo caer ante sus encantos, no debo provocar su ira.

¿Ahora cómo debo actuar ante su presencia?.

Me sentiré incómoda y vulnerable.
Debería irme de aquí pero sigo atada por falta de economía y que no conozco esta ciudad. Debo mantener un límite de distancia y frecuentarlo poco. El debe cogerse a la tal Sango, no a mi.

Además no puedo perdonarlo por lo que hizo con mi teléfono celular, no tengo como comunicarme con mi ex, lo que no sabe es que soy mala para las contraseñas pero buena para los números telefónicos, en mi cabeza aún existe el número de mi Bakotsu y ese chip no puede destruirlo al menos que decida asesinarme.

Tomo la iniciativa de meterme al agua, inclino la cabeza hacia arriba las gotas recorren mi cuerpo con cierta delicadeza, pero al momento de llegar a mis glúteos los relaja del dolor y el ardor casi desaparece por completo, mi vagina sigue sensible pero alegre.

Sin mucho afán me doy el baño y coloco la bata sobre mi cuerpo, me siento algo cansada, no tengo ganas de buscar ropa así que decido sujetarme bien mi prenda y acostarme boca abajo ya que boca arriba el ardor de las nalgas no me dejará dormir, además el cabello húmedo puede causarme un resfriado.

Dormir es lo que necesito para que mi cerebro se concentre y pueda analizar que haré después de esto. Por lo pronto debo reclamarle que necesito mi celular, y necesito un empleo para que pronto huya de este sitio y no separa absolutamente nada del ogro sexy ni de mi amado Bakotsu.

Porque si algo me ha enseñado estos dos hombres es que el primero puede ofrecerte el mejor sexo sin amor. Y el segundo el amor no dura para siempre y puede traicionarte en cualquier momento.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora