Por derecho me pertenece

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Capitulo 115:

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Capitulo 115:

Sabía que lo había dejado en shock, sin aliento y su cerebro tenía que procesar tanta información.

La última vez que nos vimos fue hace dos meses cuando tuvimos sexo en mi departamento, debí admitir que extraño sus besos y la delicadeza de sus labios, la dulce fragancia que emana de su cuerpo, sus ojos dorados brillantes y ese cuerpo fuerte y caliente que tanto lo enbellece.

No ha hablado. ¡Carajo tengo tantas ganas de enredarme en sus caderas!.

—¿Quieras café?

Es lo único que logró pronunciar y la verdad me he desilucionado, creí que reaccionaria con efusividad y con ganas de cogerme aquí en el hospital. Su hostilidad me perturba.

—Ya probé algo en el vuelo gracias.

«Además últimamente con el problema del embarazo no consiento los sabores amargos».

—Aún así, creo que lo necesitas— metió las manos a los bolsillos y se fue con un andar pausado.

Sango permanece detrás de mi burlándose.

—Se nota que Sesshomaru te trata como una niña y no como una mujer.

Sabía que quería que cayera en sus provocaciones y debía actuar con inteligencia, un paso en falso y caigo en sus garras.

—¡Y vaya se nota que tú eres execelente actriz!.

Su expresión se llenó de sorpresa envuelta en miedo

—No dudo que tú seas la culpable del accidente de Rin— añadí, sintiéndome poderosa ante su inminente miedo.

—Ni siquiera tienes pruebas.

—Pero las encontraré.

Sango se ríe por debajo.

—Es probable que la chueca muera.
Escuchar ese tipo de comentarios tan despectivos me hierve la sangre.
—Mete tu cuchara con alguien de tu tamaño y aleja a Rin de tu rabia y celos estúpidos, porque ambas sabemos que entre tú y yo hay mucha diferencia, y aunque no te guste Sesshomaru seguirá eligiendome a mi.

Deseaba decirle de mi embarazo y echarle en cara que yo seré la madre de sus hijos, pero con esa arpía hay que ir despacio y con los pies de plomo.

—¿No se supone que tenías cosas trabajo en Tokyo?— me reclamo Sango.

—No tengo por qué darte explicaciones de mi vida... Simplemente puedo advertirte que estaré vigilando tus pasos y el día de mañana tu conciencia hallará tus actos, y tú Karma los cobrará para vivir un infierno..., Tu infierno.

Minutos después había regresado con un vaso de café. —Toma señorita Kagome— recibí el embase caliente el olor amargo y algo dulce que desprende inunda mis fosas nasales, me provoca náuseas. Sin embargo hice el esfuerzo de tomarlo.

50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora