El accidente de Rin

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Capítulo 109:

Soñamos ser libres como las aves, pero nuestras alas en ocasiones pueden estar rotas.

Siempre he soñado tener una familia, una que me quiera, un papá que me cargue en su regazo para ir al parque, una mamá que me lea cuentos antes de dormir, me abrace y me de muchos besos, pero con mi discapacidad dudo poder tener una familia, porque simplemente seria una carga o un estorbo para ellos, no merecen cargar con una niña enferma como yo.

Hoy ví a otro compañerito ser adoptado, se veía feliz e imagine que yo podría ser la que adoptan. Cada vez que veo a una pareja entrar a conocernos me lleno de ilusión y emoción, pero después me llega la nostalgia que ni siquiera voltean a verme.

Volví a llorar y volví a sentirme una inútil. El único que me aprecia es el señor Sesshomaru, pero sé que él jamás me adoptaría, pero es lo más cercano a un padre que pueda tener.

Cuando lo veo me lleno de alegría y me encanta que me cargue y no me vea con lastima, sino con cierta ternura. Yo lo quiero mucho pero mucho.

Decidí no entrar a clases, necesitaba respirar un rato porque me siento muy mal y no quiero que mis compañeritos se den cuenta que nuevamente me puse triste.
Me fui a mi escondite preferido está lleno de pinos, matorrales, artemisas, flores silvestres violetas blancas y amarillas y unas cuantas aves de faisanes y codornices que cantan libres me ayudan a olvidar mis penas, me dan calma aunque debo tener mucho cuidado al caminar, puedo tropezar o resbalarme con facilidad.

Este lugar es mi refugio, cuando estoy triste o feliz vengo aquí, por lo general la soledad es mi compañera, ya que no puedo correr como mis amiguitos me encantaría hacerlo pero conozco mis limitaciones.

El sitio está dividido por secciones, por todos lados hay escalones algo resbalosos quiénes me han encontrado en este lugar me han prohibido que asista sin embargo doy caso omiso y sigo con mis actos de desobediencia de vez en cuando.

Hoy es un día de esos...

Mis pensamientos se sobresaltan cuando la voz de la bruja se escucha detrás de mi.

—¿Qué haces aquí?— reprocha con su mirada fría pero sonrisa burlona. —¡Deberías estar en clases!.

Esa expresión me da más terror que nunca o simplemente son ideas locas, no lo sé. Pero la bruja quiere hacerme daño.

La veo acercarse hacia mi, pero no puedo correr. Aunque quisiera siempre seré una presa fácil de perseguir y conseguir. Una presa fácil de aniquilar.

—¡Tú debes venir conmigo!.

Me levanto lo más rápido que puedo, debo hacerlo con cuidado, cerca de donde estoy hay unas escaleras sin barandal que me llevan a otra sección más profunda, siempre he tenido curiosidad de entrar pero me da escalofríos perder el equilibrio, soy muy torpe con mi cordinación.

—¡No quiero ir!

La bruja me aprieta de mi muñeca, pero su fuerza podría destruír mi pobre mano.

—¡Suéltame!— digo entre berrinches.

—Obedece maldita mocosa malcriada

Me lleva a rastras del lugar, los pies me duelen, estamos por llegar a otros escalones y subo con dificultad pero al llegar al último escalón ella me suelta y me empuja, provocando que me deslice involuntariamente, intente aferrarme a algo para no irme rodando, fue en vano, sólo sentía los raspones y los golpes que rodean mi cuerpo, el crujir de mis aparatos ortopedícos.

Grité, pidiendo auxilio, pero solo ella me escuchaba, riéndose de mi y diciendo algunas palabras que no logro distinguir, son balbuceos y por último ya no recuerdo nada, algo hizo que me golpeara los brazos y las piernas  sintiendo que se quebraban en mil pedazos después de ahí perdí la conciencia, anhelaba no morir, quería tener una familia, quería crecer y ser amada, quería una vida normal... Pero al parecer este es el final. La bruja había logrado dañarme por última vez. Extrañaría al señor Sesshomaru, no pude despedirme de él ni la señorita Kagome. Pronto vere a mi familia biológica, espero ellos se alegren de encontrarse conmigo porque probablemente yo estaré feliz.

Los sueños de una discapacitada habían sido libres como las aves de este lugar, porque todo lo que yo quería se ha liberado...


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50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora