Capítulo 133
Rin ha despertado y ha hecho muchas preguntas, las cuales me crean un nudo en la garganta tan sofocante y agobiante.
No sé que decirle.
Las personas buenas son las que más sufren y sin embargo son las más valientes.
Entre a la habitación aún sin saber que decirle...
Al verme entrar Rin me dedico una sonrisa.
Pero no cualquier sonrisa, una dónde intenta ocultar su dolor. Porque entre sonrisas también se puede esconder la tristeza.
Sostengo una silla y la coloco a un costado de la cama.
-Hola, pequeñina- ese es un apodo que en ocasiones le digo cuando está triste y trato de reanimarla. -¿Cómo estás?- sabía que era una pregunta estúpida.-Sobreviví...
No sabía cómo actuar, esto era demasiado complicado. Porque...,
La vida sin dolor no sabe igual...-Y me alegro que así sea. Porque sólo fue una pequeña caída con un enorme susto- trataba de apaciguar el momento tan incómodo y doloroso -¡Pero ya estás bien y es lo que importa!.
-No quiero ser una carga para el orfanato.
Ahora no sabía que decir, no puedo reanimarla, sólo sé que no es lastima lo que siento por ella porque Rin es valiente sino lo que siento es impotencia. Ha sufrido más de la cuenta.
-¿Por qué dices eso?
Ella bajo la mirada.
-Sé que es así... Siempre he sido un estorbo y una inútil, por eso no tengo familia, nadie querría a una liciada como hija.
-No digas tonterías. No fue tu culpa haberte caído en aquél sitio.
-Sé que no volveré a caminar-La pequeña sonrisa se difuminó por completo y ahora no pudo resistir el llanto. -Escuche a decir a uno de los doctores, a una enfermera que yo tal vez no vuelva a sostenerme ni con muletas y quedaré en silla de ruedas.
-Además no siento mis piernas.«¿Cómo le oculto esa rotunda verdad?»
Me quedo mudo «¡Necesito a Kagome para que me ayudara que decir las palabras correctas y no dañar más a esta pobre niña sin alentar sus esperanzas porque es verdad ella ya no tendrá la vida que estaba adaptada a vivir.
-¿Es cierto señor Sesshomaru?
Trago saliva amargamente, la miro a los ojos cuando ella decide levantar la mirada y le digo la verdad.
-No lo sabes, aún no te ha dicho el doctor si es de ti de quién hablaban- me excuso porque hasta yo mismo me doy cuenta que está mal.
Acaricio su manita para darle fuerzas. Mi corazón se achica al verla llorar con más fuerza.
Tengo miedo que se deprima y a una edad tan temprana.
Dejo que se desahogue, me levanto de la silla y me recargo en la orilla de la cama. La ayudo la levantar parte del tórax y la abrazo. Para consolarla, acaricio su espalda, siento el tacto de los huesos de su columna vertebral.
-Creo que debería morir.
Escuchar esas palabras me enfadaron.
-¡Escucha bien Rin, no vuelvas a decir eso!
Ella levanta su ojos hacia mi altura y me hace pucheros con la mirada melancólica
-Si tú faltas dejarías un hueco enorme en mi corazón.Eso sonaba muy poético pero no he hecho nada para salvarla.
-Saldrás adelante, Rin porque yo siempre he creído en ti desde que llegaste al orfanato.
No podía evitar recordar la mirada asustada en aquél día y que hoy justamente se está presentando. Fuí yo quién le dió fuerzas para entrar y ahora haré esa misma fuerza para apoyarla en su recuperación, porque es lo más cercano a un acto de amor que le puedo brindar. -Solo debes tener más cuidado la primera vez, y no entrar a lugares peligrosos sin que alguien esté cuidándote- concluye.
-Señor Sesshomaru quiero decirle algo- hablo más tranquila, tiene el rostro rojo y lleno de mocos, saque un pañuelo -Suena tu pequeña nariz de huele pedillo- intente sonar gracioso y la limpie. Y ya estando pulcra guardé el klinex en el bolsillo del pantalón. -¿Ahora sí dime lo que pasa Rin?
Ella iba a decirlo cuando la doctora entro y nos interrumpió. Quería hablar contigo.
-En seguida regreso, Rin.
Así que salimos de la habitación.-¿Dígame doctora?
Su expresión refleja dureza pero en el fondo sé que la situación de Rin le causa lastima.
Efectivamente estaban hablando de ella, me reitero qué hay el 75% de que Rin esté invalida y el otro 15% refleja que Rin podría moverse por terapias pero sería aún más difícil por su enfermedad.
Me mata el dolor que siento, la impotencia, el coraje, el miedo, la angustia, y todo lo negativo que puede repercutir a la niña. Debía hacer algo por ella y pronto.
«Debería adoptarla», pensé. Después de eso me fue difícil concentrarme y escuchar a la doctora, estoy en shock.
Nuevos enfrentamientos y retos se presentan para esa pobre niña.
-Haré todo lo posible para que ella pueda sostenerse y moverse con muletas. A pesar de lo que piensa la ciencia y los doctores.
La mujer termino de hablar y yo regrese a mi presente.
-Solo dejé que haga unos ajustes en el expediente y ya se puede llevar a la niña a su casa señor Taisho.
-Esta bien.
Ella se marchó y yo regrese con Rin para volver a hablar con ella pero estaba dormida. Y me quedé con duda de preguntarle lo que quería decirme pero no me atreví. No es prudente mortificarla más de la cuenta. Sólo me senté a contemplarla. Analizando su futuro..., Nuestro futuro.
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50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)
Fanfiction¿Los humanos esconden secretos? Por supuesto que sí... Unos pueden ser terroríficos para las personas. ¿Pero qué sucede cuando esos secretos se convierten en un vicio?. Aquellos que se aplacan con placeres. Sesshomaru es uno de ellos posee muchos...