De regreso a Tokyo

491 92 202
                                    

"Porque el amor existe después de la muerte y los recuerdos mantienen vivos los momentos de aquellos que se han ido antes que nosotros"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Porque el amor existe después de la muerte y los recuerdos mantienen vivos los momentos de aquellos que se han ido antes que nosotros"...

Capitulo dedicado a mi tío que casi fue un padre para mí y hoy cumple 11 años de fallecido. 29/01/1924 — 16/12/11.
Descansa en paz Julián Guillermo Zaldívar Figueroa.

Capitulo 96:

Me he levantado desde muy temprano, me di un baño y me puse el mejor traje Gucci de mi guardarropa y corrí a ver a mi mayordomo con entusiasmo, me había abierto los ojos y estaba feliz, necesitaba agradecerlo.

Así que corrí a su habitación.

Aún estaba dormido.

Así que le grité. —¡Jaken, Jaken, Jaken!— con eufória lo sacudo.

El despierta saltando de la cama asustado.

—¡Amo bonito! ¿Qué ocurre?.

—¡He tomado la decisión de regresar a Tokyo y hacer tu sugerencia!.

Él me aplaude. —¡Amo por fin recapacitó!.

—Gracias a tí...

—¿Se marcha hoy? ¿O cuándo lo hará?.

—En dos días...

Él me mira desilucionado.

—¿Por qué esperar tanto?.

—Necesito que ella me extrañe, además tengo pendientes por hacer en la oficina.

—No hay tiempo que perder yo puedo hacerme cargo de todo.

Era un gesto tan hermoso de Jaken claramente estoy agradecido.

¡No es necesario Jaken, ese tipo de trabajo requiere mi presencia absoluta!.

Jaken no se veía convencido en mi declaración, sabe cómo me pongo en ocasiones.

—¡Tranquilo Jaken, no voy a caerme en el alcohol estos días!.
Sólo voy a estar impaciente. Ya compré los boletos en primera clase.

Eso lo dejo tranquilo.

No te levantes de la cama aún. Ya comí una sopa instantánea. Esta tarde pienso ir con mi madre a arreglar unas cosas.

—Esta bien...

Me concentre en mi trabajo dentro de mi oficina y estuve arreglando unos papeles de la empresa hotelera.

Cerca de las dos y media he terminado de hacer mi trabajo y entonces era la hora de buscar a mi madre. Es viernes lo que significa que está en el horfanato. Siempre va los lunes, los miércoles y los viernes y sale a las cuatro así que me doy prisa... Busco las llaves de la Grand Cherokee.

Regreso en tres horas Jaken— le grité. Él se asomo para verme y despedirse de mi.

Puedes irte a tu casa, nos vemos el lunes temprano.

La mayoría del tiempo Jaken vive en la mansión y de vez en cuando visita a su familia. Debería ser más considerado con él y dejarlo más tiempo en compañía de su familia.

Me sonrió agradecido.

Yo te llevo a tu casa...

—¿Habla en serio amo bonito?.

—Obvio.

Debo de alguna manera ayudarlo pues gracias a él pude abrir los ojos y darme cuenta que tengo que buscar a mi esposa y hacerle el amor desenfrenadamente. Además no vivía tan lejos de la mansión, me daba tiempo de llegar al horfanato sin retrasos.

—¡Hemos llegado Jaken!.

Jala la manilla de la portezuela de la Jeep y saca un pie.
—¡Grácias amo!.

—No tienes que hacerlo, quién debe estar agradecido debo ser yo.

Le di una palmada en la espalda.

Baja de la camioneta pero se da la vuelta. —¡Cuando regrese a Tokyo haga lo que le aconsejé, aunque no sea correcto!.

—Lo sé Jaken...

Cierra la portezuela y le hago un gesto de despedida con la mano.

Giro a la derecha y ahora sí voy en dirección al horfanato.
Por fortuna no hay tráfico esto es una buena fortuna. Odio el tráfico y las aglomeraciones, es sofocante y fastidioso.

He llegado, estaciono en frente de la institución la caminata y doy un enorme suspiro. Espero mi madre no me haga un desplante. Y espero no encontrarme a Sango ya que me traería problemas que no deseo.
Toco el timbre y... ¡Oh sorpresa! Quien me abre es mi madre.

Quien abre los ojos de par en par. —¿Tú qué haces aquí?— me pregunta con resentimiento.
—Si estás buscando a la zorrita de tu amante no está aquí...

Eso me deja sorprendido, ella rara la vez deja el trabajo votado.

No vengo a buscarla a ella... Vengo a verte a tí.

—¿A mí?... ¿Para qué?...

—Arreglar las cosas es lo que busco.

—Ni siquiera te acerques y hazte un lado tengo prisa...

Me interpongo a su paso para evitar que salga y se marche, pero ella quiere irse y busca la manera de quitarme pero mi madre es de estufa media y excesivamente delgada. No lo ha logrado.

—¡No me quitaré hasta que hablemos!...

—¿De qué Sesshomaru Taisho?. Si vienes hablarme de tus amoríos con esa mujer no tengo interés.

Mi madre no entiende razones, en ocasiones es muy orgullosa.

Vengo hablarte de mi esposa.

Su actitud ha cambiado y esta vez creo que tiene cierto interés de saber de su queridísima nuera.

—¿Qué vas a decirme?— cruza los brazos arqueando las cejas.

Ni siquiera tenía que decirle o simplemente no sé a qué vine, sólo hago tonterías porque ya quiero marcharme a Tokyo y no puedo hacerlo porque me veré urgido. Y la verdad lo acepto, estoy con urgencia. Mi madre espera una respuesta y entonces digo lo único que se me viene a la mente, o mejor dicho lo que estoy planeando hacer pero que todavía no es fabricado hasta que me reconcilié con mi mujer.

—Sesshomaru, no me quites el tiempo... Pareces niño pequeño y actúas extraño. No te veo alcolizado. ¿Acaso usas drogas como el pendejo de tu padre?.

Odio las drogas y todo aquello que tenga que ver con el narcotráfico y sus derivados.

Y entonces lo suelto como si fuera real o al menos es lo que busco.

—Kagome está embarazada...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora