Un abrazo en el boulevard de los cerezos

240 35 37
                                    

¿Por qué las personas buenas tienen que irse tan rápido de nuestro lado? Acaso el creador los necesita pronto o sólo busca hacer sufrir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Por qué las personas buenas tienen que irse tan rápido de nuestro lado?
Acaso el creador los necesita pronto o sólo busca hacer sufrir... No lo sé, lo que si puedo saber es que no importa si existen lazos sanguíneos con una persona para que te duela su partida. No necesitas verlo con frecuencia para que sientas su ausencia, porque tan sólo un simple un saludo cordial o "Cuídate tú" es cálido. Nunca olvidaré esas palabras don Felipe, ahora cada vez que vaya a la tienda de Don Chano extrañaré su presencia. Ahora no lo veré nunca más y créame que me dolió saber su muerte. Porque personas como usted no se encuentra en cualquier lado... Nunca olvidaré cuando preguntaba por mi tía Rosita y cuando le decía que bien solo con algo de dolor en las piernas. Me decía que la mandaba saludar, y dijo que un día iría a verla y hoy ya no lo podrá hacer, nunca olvidaré cuando decía que quería mucho a mi mamá, mi hermano y mi abuelita y a mí diciéndome que nunca me pintara el cabello porque así se me veía bien, aunque el mío es un desastre y no me gusta. Siempre que lo saludaba de las manos eran frías y muy delgadas.
Ahora entiendo que la soledad puede ser muy cruel e injusta, ahora entiendo que necesitaba ayuda, y amor por parte de sus hijos, ahora entiendo que su vida era algo triste y sin embargo nunca lo hizo saber. Pero me hubiera gustado haberlo sabido porque usted me recordaba tanto a mi tío Memo.
Hoy rezaré por usted, aunque no sé si sea escuchada, mis creencias son diferentes pero creo que una oración aunque sea de un ateo no está de más... Porque si se hace de corazón posiblemente puede ser escuchada...

Capítulo dedicado al Señor Felipe Argueta Correa, descanse en paz.

Capítulo dedicado al Señor Felipe Argueta Correa, descanse en paz

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 161:

No quería soltar a mi hombre, quería estar así por siempre pero sabía que ya era suficiente. —¡Quiero estar contigo!.
Él me sonrió mirándome con devoción.
No pude evitar ponerme de puntitas y colocar mi mano sobre sus mejillas.
—Pero no quiero tener sexo esta vez... Sólo quiero estar cerca de ti, por favor.

Tal vez no funcionaria pero me sentía feliz y en calma después desde tanto tiempo por fin sé que llevo su bebé en mi vientre.

—Contigo y con mi hija dónde sea mi señorita Kagome...

50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora