¿Los humanos esconden secretos? Por supuesto que sí...
Unos pueden ser terroríficos para las personas.
¿Pero qué sucede cuando esos secretos se convierten en un vicio?.
Aquellos que se aplacan con placeres.
Sesshomaru es uno de ellos posee muchos...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lo hice, con miedo pero lo hice, le entregué el escrito no lo ha leído aún, depende de él lo demás por mientras me siento tranquila, me arriesgue a pesar de lo que podría suceder... Espero tenga lindo cumpleaños el Wil
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo 123:
La noticia me caló hasta la última neurona de mi cerebro, necesitaba asimilarlo. Había dejado embarazada a mi mujer sin planearlo.
—¿Cuántos meses tienes?
Era lo único que pude preguntarle
—Casi tres meses— inclinó su cabeza mirando su vientre.
El tiempo era exactamente el correcto de cuando la deje sola en aquella cama desnuda, el mismo tiempo de mi ausencia.
Pero su sonrisa desapareció.
—Pero si no quieres aun hay tiempo para..., Que yo...
—¿Qué estás diciendo Kagome?
Ella bajo la mirada avergonzada
—Ni se te ocurra volver a intentar decirlo ni de broma. Jamás permitiría que mi hijo no llegue a su termino— me lance a tocarla colocando con cuidado mi mano sobre su vientre bajo y la mire a los ojos seriamente. —¡Este bebé es producto de nuestro amor y nuestra entrega! Ambos somos responsables de su llegada. Pude notar que lágrimas se resbalaban por sus mejillas y levanté su rostro por su barbilla. —¿Acaso no es así señorita Kagome?
Una media sonrisa apareció y decidí clavarle un beso, esta vez fue delicado y suave. Y después de unos segundos nos separamos.
—Me has hecho el hombre más felíz de todo este hospital.
La ayude a levantarse del piso.
—Tenemos que ir a qué te chequen ahora mismo. Necesito saber cómo está mi hija.
—¿Hija?— levanto una ceja. —Pero si aún no sabemos el sexo del bebé.
