¿Los humanos esconden secretos? Por supuesto que sí...
Unos pueden ser terroríficos para las personas.
¿Pero qué sucede cuando esos secretos se convierten en un vicio?.
Aquellos que se aplacan con placeres.
Sesshomaru es uno de ellos posee muchos...
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Capítulo 155:
Cuando llegue al hospital me sentí un completo pendejo quedando en ridículo total, la secretaria no dudo en burlarse por detrás de mi y la doctora tuvo que aguantarse la burla.
Me sentía totalmente humillando y quería que la tierra me tragara.
«¿Desde cuándo me he vuelto tan estúpido? Ah ya sé desde que conocí a Irasue».
La doctora me explico el por qué no me serviría la sangre de mi sobrina, pues es obligatoriamente que ella esté presente.
«De nada sirvió es puto riesgo y tendré que salir con Irasue, si ella quiere, claro sino jamás podré verla a los ojos sin que me sienta un idiota y se burle en mi cara. Una mujer como ella no es para mi.
La doctora me explico que Kagome requiere de una prueba llamada "prueba de paternidad prenatal invasiva". Y son aquellas en las que la muestra que se va a utilizar para obtener el ADN del bebé se obtiene mediante un proceso, denominado amniocentesis, que consiste en extraer una pequeña parte del líquido que rodea al bebé mediante una pequeña punción en el abdomen de la madre.
Además me preguntaron cuántas semanas de embarazo tiene y carajo como voy a saber esa respuesta si yo no soy quién anda de conejo con ella. Además soy hombre.
El que debe saber es su esposo pero no iré a preguntarle porque él es astuto. No sé si tenga 16 semanas.
Regresé con la cola entre las patas. Deposite el vaso sucio se Starbucks y la jeringa llena de sangre depositándolo en el bote de basura.
Quejándome y hablando sólo de todas las tonterías que había hecho debí haber investigado antes pero estoy desesperado, no puedo ayudar a mi sobrina por más que yo quiera. Sólo me queda apoyarla. Y dejarlo todo a la maldita suerte.
Cuando llegue ahora Sesshomaru seguía pintando el cuarto concentrado y entusiasmado. Irasue en la sala fumando un pitillo y mi sobrina aún inconsciente.
Me metí a darme un baño todas esas ideas me han hecho un lío en la cabeza. Debo dormir y no sentirme como me estoy sintiendo.
Así que aproveche y lo hice.
Salgo de bañarme y escucho que tocan la puerta, no creo que sea mi sobrina así que abrí.
—¿Irasue?
«¡Mierda!», abro los ojos de par en par y ella hace lo mismo.
Me siento incómodo. Prácticamente me vio desnudo.
—¿Puedo pasar?
—Entra, por favor.
Doy una ligera revisada en el pasillo y cierro la puerta.
—¿Qué se te ofrece?
Ella me mira con furia y me da una cachetada.
No la ví venir, me dolió y sabía porque lo hacía. Sesshomaru tal vez hablo con ella de todas esas pendejadas.
