Notición de infarto, ¡Naraku el padre adoptivo de Rin!

218 34 45
                                    

Capitulo dedicado a mi abuelita quién hoy cumple años y estoy agradecida con la vida que está aquí a mi lado. Su edad no importa, pero que este a mi lado si es indispensable. Feliz día abue, ojalá tuvieras una nieta que fuese de tu agrado.

Capítulo 164:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 164:

Hoy acompañaré a mi mujer al orfanato, debo hablar con su jefa y convencerla para el festejo del cumpleaños de Rin.

Kagome no estaba muy convencida de mi participación en este asunto, pero estoy seguro que a ella no lograría convencer a esa mujer, además me ha llegado el rumor que Naraku ha ido en varias ocasiones y en mi ausencia se le acerca a mi mujer, cosa que no tolero.
Ella es mía, no me gusta la idea que alguien más la vea con ojos de deseo, ese tipo de actos sólo los debe realizar soy yo.

Probablemente veré a mi ex sumisa, Sango pero la verdad me es indiferente su presencia, nuestro pasado ha quedado atrás, y mucho más que voy a ser padre de familia.

—Gracias por aceptar mi idea—su mano recae sobre la mientras jalo la palanca de la camioneta. Haciendo salir mis pensamientos de aquella burbuja tensa.

—Rin y todos los niños son importantes para nosotros.
Aún así pérsivo su lejanía ten la conversación —¿Te sientes bien?
Ella da un largo suspiro.
—¿Por qué aquel día que te hice la pregunta de la fiesta parecía que no estabas muy convencido?
Su pregunta pesa bastante sobre mis hombros, tensado cada músculo.

—No es eso...

—¿Entonces?

—Tengo miedo que se pueda encariñar de más con nosotros. No es apto para ella.

De ratillo de ojo mire el rostro de mi mujer lleno de tristeza.

—Me notificaron que alguien está haciendo los papeles necesarios para adoptarla— anuncie sin tanto entusiasmo, porque al parecer también no soporto la idea de no volver a ver a Rin. —Todos merecemos un poco de amor por alguien especial señorita Kagome.

Ella no soporto las lágrimas y dió un grito.

—¿Hablas en serio?

—Si...

Sabía que no era correcto decirlo, pero era necesario.

—¿Y por qué tú no intentaste adoptarla?—reprocha limpiando sus lágrimas con el suéter. —¡Se supone que era tu protegida Sesshomaru!

No tenía argumentos para defenderme de aquellas palabras, porque a decir verdad sabía bien porque no lo realice la adopción. —Tú perfectamente conoces mis cincuenta demonios.

—Pero esos demonios han cambiado hace tiempo.

Seguí conduciendo hasta llegar al orfanato. Cuando llegamos no me encontré a Sango por ningún lado y me sentía aliviado pero ese sentido de relajación se esfumó por completo cuando me encontré a Naraku dentro de la oficina.

50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora