Venganza

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Capítulo 26:

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Capítulo 26:

Decido probarme la lencería, por una parte estoy molesta conmigo misma por aceptar semejantes regalos porque mi dignidad se fue hasta los pies, sino es que desapareció, trato de analizarme a mi misma y no encuentro motivo alguno para reaccionar como lo hice, ya es demasiado tarde para regresarlos.

Además viéndolos con cariño, se ven bonitos e interesantes, resaltan mi figura y mis atributos.
¿Me pregunto que cara pondría Bakotsu al verme?.

Preguntas e ideas locas llegaron a mi mente.

«¿Y si le envío una fotografía sensual a mi ex le gustará?».

Nunca lo sabría sino hago el intento. Lo extraño y quisiera recuperarlo, quisiera saber si aún no he perdido el toque, si aún soy apetitosa para un hombre.
Se me llenan los ojos de lágrimas de impotencia y rabia.

Si le envío la fotografía sería...  «La perfecta venganza ya que nunca tuvo la dicha de verme vestida de esa forma».

Además quisiera que me dijera algo, sé que estoy mal pero lo necesito. Doy un enorme suspiro, me limpio las lágrimas, y empiezo a buscar si en la habitación hay alcohol para darme valentía porque también tengo miedo, si él me deja en visto y me ignora, no podré soportar el dolor y no hay nada que el alcohol no pueda hacer en estos casos. Por fortuna encuentro bebida, no es Sake, pero si tequila, nunca lo he probado, pero siempre hay una primera vez para todo.

Me extraña que que el ogro sexy no supiera que en esta habitación hay botellas de alcohol, supongo que ya no sabe ni lo que tiene o tal vez esta habitación le pertenecia a alguien más, sólo espero que no sea a la tal Sango porque sin conocerla no la soporto. ¡Qué más da, sólo quiero beber!.

No hay vasos así que decido enpinarme la botella, su sabor pica mi garganta, es fuerte, sin embargo no me desagrada su sabor exótico. Busco la lencería más sexy y provocativa y decido probarme un babydoll de encaje casi transparente, es holgado y los bordes del final son de peluche, siento cosquillas cada que rozan mis piernas. Una tanga super fina y delicada para mí zona íntima delgada al rededor de mis caderas y sólo cubren muy poco mi trasero. De verdad creo que me veo fenomenal.

Ahora sí me siento segura de tomarme unas fotos sensuales con casi media botella vacía.

Sostengo mi celular, hace tiempo que no abro ninguna red social y hoy pienso hacerlo mediante WhatsApp.

Me pongo a imaginar posees sexys y las trato de imitar.

La primera es mostrando mi parte trasera, levanto mi babydoll para que se vea mejor mi espalda y mi trasero apetitoso.

La segunda será de frente, metiendo mi dedo medio en mi boca pintada de carmesí, haciendo ilusión a un oral, con una expresión satisfactoria que casi creo que me follo la polla del ogro sexy, a veces me siento algo loca.

Y la tercera, metiendo mi mano debajo de mi tanga dejando descubierto mi vientre ya que el babydoll cae en forma de cortina por los lados y sólo se abrocha con un moño, tan rápido que puedo terminar desnuda con esta cosa si tan sólo Bakotsu quisiera cogerme duro.

Miro las fotos y sinceramente quedaron fenomenales, suerte que estoy algo ebria porque estando en mi sano juicio jamás haría este tipo de cosas tan locas. Ya que cuando estaba con Bakotsu siempre me pidió este tipo de fotografías y yo me negué hacerlo en ocasiones llegamos a discutir por esas cosas tan vanales pero tan indispensables para que la flama de la pasión no se extinga tan fácilmente.

Respiro profundo y busco el número telefónico de mi ex, me lo sé de memoria pero con el alcohol se me nubla la mente y la vista.

Logro encontrarlo, me quedó pensando si está bien lo que pienso hacer pero ignoro a mi razón y esta vez decido guiarme con el corazón y con la necesidad de ser deseada por él, por el ogro sexy e inclusive por el viejo sirviente de mi esposo aunque eso ya es algo enfermizo y estúpido.

Ni siquiera sé que pueda pasar después de esto pero sabré solucionarlo después.

Escribo un mensaje de texto que dice:

"¡Mira de lo que te perdiste por pendejo!. Ahorita estuvieras desvistiendome!".

Después envío las fotos y sonrió alegre por mi venganza porque sé que me va a extrañar y desear incluso más de lo que yo lo deseo y de lo que pudo haber sido sino me hubiera sido infiel con mi mejor amiga.

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50 Demonios escondidos del señor Sesshomaru (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora