CAPITULO 14

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Juro que intente escapar, pero mis piernas no se movían, el miedo de ese momento me dejo totalmente paralizado, mi cuerpo sentía un calor intenso, está vez no era provocado por una pastilla, mi propio celo había llegado antes de lo previsto y no me di cuenta, el alfa me miraba con ojos de lujuria, quería comerme, pero habían demasiadas personas mirando, no quería que nadie viera lo que estaba a punto de hacerme, los echo a todos a los gritos, incluso a su amante que se quejaba detrás de la puerta.

Mientras tanto el alfa arrancaba mi ropa y la dejaba tirado por todas partes, sin cuidado fue mordiendo mi cuerpo, yo le pedía que parara pero él ya no me escuchaba, los instintos del animal dentro de él habían florecido de nuevo, nadie era capaz de pararlo, lo malo es que él no se acordaría de nada, pero yo lo tendré que recordar toda mi vida.

-No quiero otro hijo roto...- Nathaniel habla después de un tiempo, su voz es cortante- Espero que tú no seas inservible, como ese omega...- sus manos aprietan mi cuello con fuerza impidiéndome respirar- Quiero un hijo de verdad, no una basura.

Sus dientes quedaran marcados en mi piel por varios días- Algo que una persona colecciona como trofeos-, para mí no es bonito. Intento huir de nuevo, pero el agarra mis piernas para que no pueda caminar y tira mi cuerpo hacía él repetidas veces hasta que se cansa y toma aliento.

-No te vas a ir a ninguna parte...- sus manos se enredan en mi cabello tirándome hacía atrás, mi grito sale ahogado, algo que emociona al alfa- He estado esperando un año por esto...- las lágrimas hacen que mis ojos ardan, por más que le diga que se detenga, no me hace caso, disfruta de mi sufrimiento- Los omegas solo servis para traer bebés.

Pasa su mano por mi estómago y se queda quieto- Hasta aquí llega, tu estómago es muy delgado, Noah-, me aprisiona en sus brazos, en un intento de darme calor, pero yo no paro de temblar, Nathaniel no tiene ningún sentimiento de empatía, le gusta verme sufrir.

-¡Duele!...- algo se está hinchando en mi interior, me voy a desgarrar- Nathaniel ¡duele!- no me escucha, e intenta sacarlo, pero no puede, eso hace que me duela más- Por favor, detente...- en su tercer intento logra sacar su pene, que sigue erecto delante de mí.

Me acurruco en la cama, el dolor no se va, siento mi estómago a punto de reventar, pido de nuevo ayuda, está vez al alfa que se está insistiendo de nuevo, pero me mira con desprecio, como la primera vez, sus ojos me están juzgando- Demasiado débil-, logro leer de sus labios, luego se va de la habitación sin más, ya había terminado su trabajo por hoy.

Por primera vez llore delante de alguien, perdí mis sentidos y deje que las lágrimas salieran sin más, la vergüenza se había esfumado, no era la primera vez que ella me veía de esta forma, así que no se asustó, intento calmarme pero yo no escuchaba sus palabras- Quiero morir-, pensé millones de veces esa veces- Déjame morir, por favor-, ya no puedo seguir con esto- Mi cuerpo no puede más-, mi corazón está roto.

Fueron los cuatro peores días de mi vida, no me podía mover sin sentir dolor, Celia me dio la comida en puré, me costaba horrores comer, sentía mi estómago lleno varias veces, me ayudaron a quitar algo de lo que quedo dentro, pero seguía sintiéndolo pesado. Luke ponía compresas calientes en mi barriga para que sintiera alivio pero no servía para nada.

-Estará dos meses fuera...- me aviso el mayordomo, su mirada estaba triste, la niñera me contó que discutió con Nathaniel, él me defendió y Nathaniel se enfadó con Luke- Descansa, Noah...

No estaba mucho tiempo en mi habitación, lo oíamos llorar, pero él volvía como si nada- No quiero que lo vuelva a hacer-, hablaba con sí mismo- No voy a soportar de nuevo-, Tyrion venía a mi habitación con miedo, se quedaba mirándome desde la puerta y no entraba, cuando lo llamaba se escondía detrás de Celia.

Lo que ocultan las palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora