CAPITULO 135

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Lander llevaba a Luke todas las mañanas al orfanato, el beta le avisaba cuando Leah se despertaba, incluso iba a trabajar cuando se encontraba mal, necesitaba dinero para cuidar a su pequeña, debía comportarse como un buen padre / madre, desde la despedida de Celia, todo el trabajo era para él, se veía capacitado para eso, había trabajado en circunstancias peores, un pequeño dolor no era nada.

Luke dejaba a la pequeña Leah, en uno de los talleres del orfanato, y él se iba al despacho de Jon, para seguir sus órdenes.

-Señor Corbin ¿En qué puedo ayudarle hoy? – Jon ponía los ojos en blanco, cada vez que lo llamaba- Termine todo el trabajo que mandaste ayer.

-Era el trabajo para una semana entera, Luke – el beta sonrió, tuvo que irse más tarde, pero valió la pena- Por favor, deja de llamarme Señor Corbin, haces que me sienta mayor.

-Lo siento, Se...- carraspeo su garganta y sonrió – Lo siento, Jon ¿Qué tengo que hacer hoy?

-No lo sé...- tarde varios días en ordenar las tareas para Luke, y él lo hizo en un solo día- Puedes ver cómo van en la cocina – asintió y salió del despacho – Pequeño, debes de relajarte un poco, no te voy a despedir.

Paso por delante de la clase donde estaba Leah, la pequeña ya se había llenado de pintura, menos mal que trajo una prenda para cambiarla, le gustaba ver que se lo pasaba bien. Eso le hacía creer que lo estaba haciendo bien.

El jardín del orfanato era grande, y estaba lleno de actividades para los pequeños, los mayores estaban disfrutando ahora, de una clase de deporte, saltaban y corrían por todos lados, saludaron uno por uno a Luke, él ya se sabía todos sus nombres, era parte de su trabajo.

Pascal, el cocinero, lo miro cuando entró en la cocina, sabía que le iba a pedir alguna tarea, ya la había preparado, así que le omega simplemente le llevo hasta ese lugar.

-Hoy tienen que comer pescado, tenemos niños muy listos que intentan engañarme...- se rio, Luke se tomaba cada trabajo muy enserio- Lo esconderemos dentro de estás hamburguesas, no se darán cuenta, mi compañero te ayudará.

Luke se mantenía en silencio mientras preparaba las hamburguesas, necesitaba concentrarse para que todas estuvieran iguales, no quería defraudar a Pascal. Incluso siguió trabajando después de hacerlas todas, el omega quería que se detuviera, iba muy rápido.

-Deja el carrito en el pasillo, ahora pondremos los platos y los cubiertos...- Luke había bajado todas las sillas y ordenado los asientos- Puedes descansar unos segundos.

Se sentó en una de las sillas, mirando a Pascal, el omega se sentía observado, no le quitaba los ojos de encima, esperando otra orden, Jon se las iba a pagar, sabía cómo se comportaba Luke, por eso lo envió con él. Cuando puso los platos y cubiertos en el carrito, el beta simplemente los ordeno en el las mesas, la comida aún no estaba preparada, aún faltaban dos horas.

-Necesitas más ayuda...- negó con la cabeza, y Luke hizo una mueca de tristeza, quería seguir ayudando.

-Creo que necesitan ayuda en la habitación de los bebés, he escuchado a Luna pedirle ayuda a Agatha.

Se despidió y salió de la cocina. Todos en el orfanato sabían los problemas de salud de Luke, no debería moverse tanto, pero si le decían algo se sentía una mala persona y pensaba que Jon le iba a despedir.

Pascal miro a su pareja, también era omega, él simplemente sonrió, sabía que había trabajado así antes, y ese era su ritmo, no podían quejarse. Luke hacia su trabajo rápido e impecable, a veces le tenían envidia.

Agatha se quedó mirando al beta cuando entro en la habitación, Jon le iba a dar el día libre, pero conociendo a Luke, no lo había aceptado. Le dieron a una de las bebés recién llegada y le pidieron que cambiara el pañal, no tuvo problemas en hacerlo.

Lo que ocultan las palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora