CAPITULO 46

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La visita de Hiroko, la hermana de Taku fue inesperada para todos, la familia del alfa vivía bastante lejos y era muy pocas las veces que veía a su melliza, estaba emocionado, por fin iba a poder a su sobrina, cuando se fue ella era un bebé, ahora era casi tan alta como Tyrion, Makio era una versión en miniatura de su hermana, y eso le traía muchos recuerdos.

Hiroko había conseguido unas entrenas para visitar una cabaña cerca de unas pistas de esquí y no quería ir sola con Makio, su esposo trabajaba, así que no las podía acompañar. Ella no se esperaba que su hermana llevara tantas personas.

-Lo siento, Tyrion quería conocer la nieve...- el pequeño estaba equipado con todo lo necesario, aunque el gorrito le venía un poco grande- Ellos también querían venir, Hiro...

-Cuantas más personas, mejor será la experiencia...- a su hermana le gustaba conocer nuevas personas, no le molesto aquella visita improvisada, incluso se emocionó al ver a Makio jugar con Tyrion- Míralos, parece que se conocen de toda la vida...

Tyrion y Makio jugaban en la nieve, junto a Jay, el beta debía esquivar las pequeñas bolas de nieve que ellos lanzaban, era un trabajo complicado, él estaba en desventaja y Taku no le iba a ayudar por el momento, sus brazos eran cortos pero veloces.

-Tiempo muerto...- necesitaba un respiro, los pequeños monstruitos se detuvieron unos segundos antes de continuar- Quietos, los dos...- las risas de sus compañeros no ayudaban, nadie le estaba ayudando, solo observaban, se iba a vengar de ellos más tarde- Tyrion pórtate bien, Makio tú también...

Los pequeños se miraron, en sus mentes estaban ideando un plan para vencer a Jay, para eso necesitaban más nieve, el beta se escondió detrás de Taku cuando vio la enorme bola que habían hecho entre los dos, no podía huir, estaba entre la espada y la pared, el alfa lo cubrió unos instantes con su abrigo, hasta que los vio acercarse a ellos, entonces escapo.

-¡Traidor!...- grito Jay, los pequeños ya estaban encima de él cuando Taku decidió ayudarlos, las manos frías de ellos recorrían todo su rostro- Ayúdame al menos...- el alfa se estaba aguantando la risa, Jay parecía enfadado, pero no lo estaba, él lo conocía bien, solo estaba actuando- Ahora id a por él.

Ambos siguieron las indicaciones del beta, no tuvieron piedad con el alfa, los tres acabaron llenos de nieve, mientras que Jay volvía al calor de la cabaña, ahora era el turno de Taku para sufrir.

-Jay ¿Estás bien?- Noah estaba cerca de la chimenea, el frio le molestaba, aunque a él también le gustaría estar con los pequeños- Pareces cansado...

-Esos pequeños diablillos, tienen demasiada energía...- se quitó su abrigo y se sentó cerca de Noah, podían ver lo que hacían a través de la ventana- Ahora es el turno de él.

-Estabas pasando un buen momento junto a ellos...- Jay puso los ojos en blanco, mientras que le omega aguantaba la risa- No son tan traviesos, mira con Taku están tranquilos.

-Pequeños traidores...- el alfa los había convencido para hacer un muñeco de nieve y estaban demasiado concentrados en su trabajo- No sé cómo lo hace, los niños lo aman.

-Mi hermano, adora estar con niños pequeños...- Hiro les dio una taza de chocolate caliente a cada uno- Nuestra hermana pequeña, solo quería estar con él, incluso a veces se escapa a la habitación de Taku para dormir con él, cuando tenía alguna pesadilla.

Hiroko hablaba con ternura de las aventuras de Taku, incluso contó algunos momentos vergonzosos de su hermano, que Jay iba a utilizar si se molestaba con él.

-Taku se entristeció cuando se enteró que era alfa, él no quería serlo...- lo paso muy mal aquellos días, se sentía diferente a su familia y no le gustaba- Lloro por varias semanas, él quería ser beta, como nosotros, pero las pruebas dieron que era alfa, demasiadas veces, en el instituto decía que era beta, pero los omegas se acercaban a él cuando su Rut estaba cerca...- bebió un sorbo de la taza, antes de continuar- No le gustaba, ese pequeño alfa, siempre ha sido muy solitario y su condición no le dejaba serlo.

Lo que ocultan las palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora