CAPITULO 23

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El vientre de Noah creció un poco en estos últimos días, aunque apenas se notaba, el omega estaba feliz de su pequeño cambio, acariciaba su vientre para saludar al bebé cada mañana y esperaba a que Jay viniera a buscarlo para desayunar, no sé atrevía a salir de la habitación sin el permiso de su amigo – Puede que se enfade-, pensaba, Jay le dijo que ahora la casa también era de él, pero el omega no quería molestar más a sus amigos.

-Cuando tenga el dinero suficiente, yo...- el beta detenía las palabras de Noah, sabía lo que iba a decir, pero no permitiría que se fuera otra vez.

-Eres nuestro invitado estrella – le decía el alfa desde la cocina, Noah amaba las comidas que preparaba Taku- Jay se enfadaría si te fueras, no te preocupes por nada, saldremos los cuatro adelante.

Jay sonreía ante la respuesta de su novio, al principio Taku tenía vergüenza y no podía hablar con Noah, se había criado en un ambiente de betas y no había tenido relación con un omega antes, aún le costaba estar con Noah a solas, no quería decir nada que molestara al omega, aunque él siempre le respondía alegremente.

-Hoy, podremos ver al pequeño tesoro...- Jay mira a Noah con una sonrisa cómplice, algo estaba tramando este beta y el omega lo sabía, conocía muy bien a su amigo- Aunque hay alguien que no podrá venir...- miraba a Taku para tentarlo- Que pena, tendremos que ir nosotros solos.

-Yo quería ir, pero tengo que trabajar...- se queja el alfa, lo que hace que los dos amigos se rían- Noah, enséñame una eco del pequeño tesoro esta tarde, por favor.

El alfa fue el primero en irse, mientras tanto Noah y Jay se preparaban para ir al hospital, estaban ansiosos por saber el sexo del bebé, eso sí, si el pequeño tesoro quería mostrarse.

Empezaba a hacer calor, así que vistieron ropas menos abrigadas, aunque Jay insistió para que Noah se pusiera una chaqueta, no quería que se resfriara, el omega no lo quiere admitir pero desde que llego a la casa de Jay ha sido mimado por ellos, quiere compensárselo de alguna forma, pero no sabe cómo, ni Jay ni Taku le piden nada.

-¿Estás listo?- Jay cierra la puerta de casa para empezar su paseo, Noah ha decido ir andado, quiere hacer un poco de ejercicio, Joe le dijo que era bueno- Vámonos.

Las calles estaban animadas, había muchos niños por la calle, Noah se imaginaba a Tyrion y al pequeño tesoro correteando junto a esos niños y le entraba nostalgia, hacía mucho que no sabía nada de ellos, Celia no se comunicaba con él y Luke le dijo que no volviera a casa de Nathaniel.

No le había contado nada a Jay, sabía que en el momento en el que el beta supiera todo lo que hizo ese desgraciado alfa, iría a por él y tenía miedo de que Nathaniel le hiciera algo a Jay, no se lo perdonaría nunca.

-Debes pórtate bien hoy...- Jay hablaba continuamente con el pequeño tesoro- Todos queremos saber lo que eres y el tío Jay te dará un regalo si lo dices.

A Noah le causaba risa como le hablaba al bebé, la gente se quedaba mirándolos, pensaran que son pareja, como en el instituto, pasaron por varias tiendas que llamaron la atención a Noah, pero no dijo nada, era demasiado temprano para comprarle algo, tenía miedo de lo que podría pasar, sentía algo extraño que no podía explicar, le faltaba algo, pero no sabía el que.

Cuando entraron al hospital fueron directamente al área especializada para los omegas, había una pequeño fila, así que tuvieron que esperar un poco para poder entrar, todos los omegas que estaban allí estaban acompañados de sus parejas, en su mayoría alfas, Noah se sentía extraño, ese lugar no era para él.

-Todo va a salir bien...- le dijo Jay al oído, a Noah le temblaban las manos y no se había dado cuenta- Vas a ver a tu bebé, debes de estar feliz, Noah.

Lo que ocultan las palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora