Noah se dio cuenta de que lo estaban siguiendo, desde que salió del instituto, cuando los alfas empezaron a expulsar feromonas para llamarle la atención, el omega quería ignorarlos y llegar temprano a casa. Camino más deprisa para despistarlos, pero cada vez estaban más cerca de él.
-Omega, ven a pasártelo bien con nosotros, venga...- no sabe cuál de los tres hablo, simplemente agacho la cabeza - ¿Cuándo falta para tu celo? – lo esquivo cuando iba a tocarlo- Dulce de leche, ese es tu olor.
-No te haremos mucho, si nos haces caso, omega dulce de leche...- los cuatro se rieron al unísono, Noah se puso los cascos para no escucharlos – Vamos, disfrutaras mucho con nosotros, tratamos muy bien a los omegas como tú.
Jay caminaba detrás de ellos, crujiéndose los dedos, fue fácil para él llegar donde estaban, pero ninguno de ellos se había dado cuenta, el beta se estaba enfadando con los comentarios que le estaban haciendo a ese chico.
Noah comenzó a temblar cuando uno de se puso delante de él y dos de sus compañeros le sujetaron por los hombros, los alfas sonrieron al verle la cara.
-Serás una buena presa, pequeño omega...- le acarició la mejilla y la intento besar - ¡Oh! Te gusta jugar – apretó su rostro para que lo mirará – Eres un ejemplar muy bonito, que lastima que seas un chico omega ¿has pensado alguna vez en vestirte de mujer?
-Tengo que volver a casa, mi tío me está esperando...- sabía que Connor no se encontraba en casa en ese momento – Él está muy enfermo y necesita que lo cuide, yo... - el chico de delante empezó a toquetearle su parte baja, Noah lo miro con horror – Necesito llegar pronto, para cuidar a mi tío – mentía para que lo dejaran tranquilo.
Jay se quitó la mochila y se la lanzó al alfa que estaba más cerca de él, después recogió una piedra que había en el suelo y la lanzó con fuerza a la cabeza de quien estaba molestando a Noah, mostro una sonrisa pícara cuando lo miraron.
-A la próxima no será tan amable...- estaba muy serio – Soltad al chico, no escucháis lo que está diciendo, debe ir con su tío.
-Solo eres es un beta, no puedes hacernos nada, somos más fuertes...- Jay recogió una piedra más grande que la anterior y la lanzó sin miramientos.
-Decías algo, es que no te he escuchado...- tenía más piedras preparadas en su mano y había recuperado la mochila – Uno de los vuestro ha salido corriendo, creo que ya me conoce.
El alfa que estaba en frente de Noah lo puso delante de él, para que fuera el omega quien las recibiera, pero Jay tenía buena puntería, además no lanzaría ninguna que pudiera dañar al chico.
-Será mejor que hagáis lo mismo que vuestro compañero...- iba caminando hacia delante, haciendo que los alfas que sujetaban a Noah se tensaran – Soy el culpable, de hacer que uno de los vuestros acabara en el hospital, después de amenazar a una profesora.
Marco y Jasper, llegaron casi a tiempo, a ambos le faltaba el aliento, tuvieron que buscar a su tutora para que cerrara la clase y después salir corriendo para detener a Jay, el alfa miraba con miedo a su amigo.
-Está empezando, ya no podemos hacer nada, Marco...- el beta asintió, con una sonrisa preocupada – Deberíamos avisar a alguien ¿no? – negó con la cabeza – El último chico, tardo semanas en recuperarse, les hará lo mismo a ellos.
Jay se lanzó al ataque, mientras sus amigos discutían, uno de los alfas que sujetaba a Noah, estaba sufriendo el terror de sus puñetazos, intento detenerlo en varias ocasiones pero no pudo, el beta era más rápido que él, el otro alfa quiso separarlo de su amigo y recibió varias patadas.
-Te he dicho que lo sueltes...- el alfa tiro a Noah al suelo, enfadado aún más a Jay, dejó a los dos alfas en el suelo, mientras se quejaban y fue a por el que pensó que era su capitán- Quieres terminar como ellos ¿verdad?
ESTÁS LEYENDO
Lo que ocultan las palabras
RomanceNoah siempre se había sentido solo, apartado de la sociedad por ser un omega masculino, su tío siempre lo odio y no dudo en demostrárselo, su madre supuestamente se fue con su amante alfa y lo dejó con él. Noah siempre creyó esa historia y llegó a...